No es ciudad para estudiantes

Una vez más con la llegada del verano la biblioteca de la UVigo reduce sus horarios. Los de la biblioteca pública son más escasos aún, cerrando todas las tardes en julio y agosto. La prometida oferta de una biblioteca en el auditorio sigue bloqueada. Cada año vamos a peor, menos servicios, que nos sitúan a la cola de las ciudades gallegas en cuanto a espacios habilitados para el estudio, pese a la creciente demanda y creciente costo de las matrículas universitarias. Tristeza e indignación, ya que ni la universidad, ni ninguna administración mueven un dedo para que existan unas condiciones dignas para compatibilizar los estudios. Instituciones a las que no importan las necesidades de los ciudadanos, luego dirán que los jóvenes nos vamos de esta ciudad.

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