Es una vergüenza lo que ocurre con la calle superior del Parque de San Lázaro.
Los peatones cada vez se encuentran con menos espacio para pasear debido a que los negocios se van apropiando cada vez más de terreno, pues a las terrazas, que ya no dejan casi espacio por donde pasar, hay que sumarles las motos de distribución de comida, que aparte de ocupar un buen espacio de acera, quienes las manejan tienen la mala costumbre de acceder en cualquier dirección y sin ningún respeto al peatón.