Cuando aprieta el sol como está ocurriendo en los últimos días, el caminante que hace el recorrido por todo el extenso trayecto de las sendas del río Miño desde Outariz hasta Oira, se encuentra que apenas cuenta con sitios para refrescarse. Y cuando, como es el caso de llegado a Oira intenta hacerlo en la hermosa fuente allí colocada se encuentra que está olvidada, sucia, oxidada. ¿Nos merecemos los ourensanos este trato que nos dispensan desde el Concello? Unas perdiendo agua y otras sin gota. El descontrol de la Plaza Mayor se traslada hasta lo que podría parecer nimio, el agua de las fuentes públicas.
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Miguel F. Collarte (Ourense)
08/abr./21 - 09:59
Actualizado:
08/abr./21 - 10:03
08/abr./21 - 10:03
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