El cronista local

De los lectores: Nueve meses aguantando el ruido de una plancha

Vivir en la ciudad obliga a acostumbrarse a ciertos ruidos que por la noche se ven amplificados. Pero si a algunos terminamos por acostumbrarnos, hay otros que con el paso del tiempo terminan por exasperarnos. Y esto útimo ocurre en la calle Avilés de Taramancos, donde para tapar la calzada colocaron la clásica plancha de hierro. Pero lo que debería ser una obra menor termina convirtiéndose en una pesadilla para el vecindario el ruido que hace con el paso de los coches. Y ya van nueve meses. ¿Cuándo será el día del parto en el que la quiten?

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