El peatón paga los excesos del furgón

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Está visto que aquí todo el mundo puede hacer lo que quiera, si el furgón se pasa de medidas, pues lo dejamos encima de la acera para que no interrumpa el tráfico. Así que las sillas de ruedas y los cochecitos de bebé deberán de ir por la carretera. ¡El mundo al revés! Ocurrió en la calle Valle Inclán, donde no tenemos unas aceras demasiado amplias, como para encima que sucedan estas cosas, que la autoridad local no debería transigir.

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