Todos los días, da igual la hora, en la calle Alejandro Pedrosa de A Ponte, principalmente en su parte inferior donde todavía no hay aceras, pero sí líneas amarillas para proteger a los viandantes, aparcan los coches cada día encima, obligando de esta manera a los peatones, sillas de ruedas o coches de bebés a tener que circular por la carretera.
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