No hace muchos días que fue reabierta al público la conocida pasarela del Barbaña, la que comunica la parte inferior de la Alameda con el Parque Barbaña y la Avenida de Portugal. Después de un tiempo cerrada para remodelarla, en la que el Concello de Ourense se gastó 74.000 euros, comprobamos como el piso de madera quedó con alguna que otra deficiencia, pues ya se observan tablas rotas. Si esto ocurre a una semana de reabrirla, ¿qué ocurrirá de aquí a varios meses de seguir ese ritmo de deterioro?
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