Ahora que tanto está de moda el cuidado del medio ambiente, las administraciones públicas deberían ser las primeras en protegerlo y cuidarlo, sin embargo en la mayoría de los casos sus actuaciones son las causantes de que objetos contaminantes vayan a parar a los cauces de los ríos. Ejemplo de ello lo tenemos con la limpieza de las piscinas municipales de Oira, cuyos restos, que parecen pintura azul, fueron a parar directamente al río Miño.