Los vehículos de dos ruedas tienen por las calles de la ciudad su espacio reservado para aparcamiento con una señal vertical visible y rayas horizontales. Sin embargo esta señalización es el origen de la disputa entre usuarios de coches y motos, puesto que son numerosos los automovilistas en apropiarse del espacio que no les corresponde, como ocurre en el caso de la imagen en Sáenz Díez. Y que no digan luego que no está visible la señal.