Me encuentro en la sala de urgencias de Pediatría del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense.
En esta sala hay una mesa y sillas de juegos para que los niños y niñas puedan sentarse, leer en unos libros (totalmente rotos) y/o coger toda clase de virus, infecciones y demás. El estado es del mobiliario es deplorable. La última vez que alguien la limpió debió ser el día que la colocaron. Si le sumamos que las paredes aguantan a duras penas, un papel vinílico de decoración a punto de despegarse, solo falta decir ¡viva la higiene, el mantenimiento y la prevención en un hospital!