el cronista local

Una kärcher para el Pazo

pazo
photo_camera Pazo dos Deportes.
El querer lo es todo y en esta provincia reina la desidia. Una ciudad desaliñada con instituciones indolentes e indiferentes. Otro de los cientos de ejemplos aquí denunciados podría ser el pazo Paco Paz. Un año cerrada estuvo una de sus entradas por grietas del cotegran de la fachada y cuando por fin las arreglan no tienen la mínima voluntad de limpiar el musgo acumulado en 30 años. Tal vez el pobre Pazo deba llegar a los 50 como sú sufrido hermano el Pabellón de los Remedios, para recibir un poco de cariño.
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