Sin duda que los árboles dan vida a las calles de las ciudades y a cualquiera de los lugares en los que vivimos, nuestra gran casa es la naturaleza, y los árboles de las calles dibujan en la ciudad el rostro de la naturaleza… Ourense se ha tornado más humana en su zona histórica al peatonalizarla y al llenar esas calles y plazas de árboles.
En las ciudades, a los árboles se les deja un pequeño perímetro con tierra, para permitirle a sus troncos que sigan creciendo y que la tierra en que viven se pueda oxigenar un poco, a veces lo suficiente para vivir. Los labradores saben de la importancia de oxigenar la tierra antes de la siembra…
Hace unos años, posiblemente con buena intención, ese espacio de tierra que rodeaba los árboles de la ciudad, decidieron sellarlo con una especie de caucho compactado. Los árboles más robustos han conseguido reventar ese caucho en su lucha por la vida, pero los más pequeños y los delicados se han visto condenados a una muerte lenta…, ya son bastantes los que han sido talados, y otros muchos están perdiendo vitalidad y fuerza, sin duda les resulta difícil poder vivir con una soga al cuello de su tronco y un tapón en la boca de su tierra.
