O CARBALLIÑO

140.000 euros a escote

Dibujo
photo_camera Las obras en la iglesia de San Antonio de Feás comenzaron hace un mes.

Los vecinos de Feás y los emigrantes originarios de este pueblo de Boborás han respondido generosamente posibilitando la reforma integral de su deteriorada iglesia, con una inversión de 140.000 euros de la que el Obispado aporta el 20%.

La generosidad de los vecinos de Feás (Boborás) y de los emigrantes que han regresado para disfrutar de las vacaciones de verano están haciendo realidad un sueño que hace tiempo rondaba por la cabeza tanto de los feligreses como del párroco, Ramón Veloso, y que consiste en ejecutar una reforma integral de la iglesia de San Antonio. Hace aproximadamente un mes que se iniciaron las obras en este edificio que data aproximadamente del año 1840 y que se encontraba bastante deteriorado, según apunta el sacerdote.

Hablo de generosidad porque no es para menos, ya que la inversión asciende a 140.000 euros y el Obispado únicamente contribuye con el 20%, mientras que el resto corresponde a aportaciones voluntarias que no bajan de los 200 euros e incluso alguna de ellas alcanza los 6.000. Ramón Veloso deja claro, no obstante, que las personas de bajos recursos no contribuyen, "ni se le ha pedido", matiza.

El proyecto incluye la retirada de la piedra serrada que cubría la fachada para recuperar la original hecha con esquisto. También se ha intervenido de igual forma en las paredes del interior, al mismo tiempo que se renovará por completo el tejado y el suelo, además de cambiar los bancos destinados a los feligreses y se instalará otro sistema de calefacción y megafonía. Asimismo, se ejecuta la restauración del campanario y se colocarán campanas nuevas.

Solamente se mantendrán intactas las imágenes de los santos, y para eso, ya están pensando en la restauración del retablo más adelante, porque ahora sobrepasaría el presupuesto disponible, ya que esta intervención supondría cerca de 30.000 euros a mayores.

El párroco calcula que los trabajos concluirán en los próximos meses de octubre o más bien de noviembre y mientras tanto los cultos religiosos se desarrollan en el velatorio de Feás. "Es un lugar un poco pequeño pero nos adaptamos", comenta Ramón Veloso.

Todavía están pendientes de que Patrimonio les diga como quiere que finalmente quede la fachada, ya que ha sido quien obligó a arrancar la piedra serrada que había sido colocada hace aproximadamente 20 años para proteger dentro de lo posible el edificio de las inclemencias meteorológicas, que han sido fundamentalmente las que ocasionaron el deterioro en el interior. La cubierta estaba en mal estado y la humedad se filtraba provocando los daños.

En Feás residen habitualmente en torno a 250 habitantes, pero la población se duplica durante el verano con los emigrantes procedentes mayoritariamente de México y en menor medida de Panamá. "Antes también venían de Venezuela, pero ahora creo que sólo quedan allá dos familias", matiza del cura.

Ramón Veloso elogia la generosidad de sus vecinos y "de la gente que viene de fuera, sin la que no sería posible hacer esta obra", y añade que "han sido ellos quienes me animaron a realizar esta reforma integral".

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