TRIBUNALES - PROVINCIA

Alén: ¿un demente incapaz de idear la asfixia de su mujer?

O CARBALLIÑO (XULGADOS). 21/03/2018. OURENSE. Comparecencia  ante el juez de José Alén Lorenzo (59 años), investigado por el homicidio de su esposa, Virginia Ferradás Varela (55) en su vivienda familiar. FOTO: ÓSCAR PINAL
photo_camera José Alén Lorenzo cuando compareció ante el juez de Carballiño (ÓSCAR PINAL).

Un jurado verá el caso, en que las acusaciones admiten que está enfermo pero "cometió un homicidio"

Un jurado popular será de nuevo a partir del 8 de julio el encargado de decidir sobre la participación de un investigado en un homicidio ocurrido en Carballiño el 29 de enero de 2017. En este caso, se trata de José Alén Lorenzo, el marido de la víctima, Virginia Ferradás. Tanto el fiscal como la acusación particular que representa a los familiares de la perjudicada (padres y hermana) tiene claro que el inculpado, quien sufre una demencia frontotemporal de tipo conductual, mató a su esposa tras una discusión porque no le dejaba las llaves para salir de la casa familiar. En este sentido, ambas partes acusan por homicidio pero mientras que el fiscal reclama su internamiento en un centro psiquiátrico penitenciario -una cárcel para enfermos mentales- por un tiempo máximo de 14 años, la familia, aunque reconoce la patología, no se pronuncia sobre la eximente completa que sí contempla el ministerio público y, consecuentemente, pide 15 años de prisión.

La defensa del procesado pelea la absolución en dos frentes: no reconoce el homicidio y en el peor de los escenarios, en caso de condena, considera que con la aplicación de una eximente completa no procede la aplicación de una medida de seguridad privativa de libertad "al no resultar necesaria". Acepta un control psiquiátrico sin internamiento y bajo la custodia de un tutor.

El letrado que representa a Alén Lorenzo parte de la base que la enfermedad degenerativa que padece "afecta gravemente al conocimiento del acto y a la actuación conforme a esa comprensión". Argumenta en su escrito de defensa que "su capacidad ejecutiva y evolutiva está afectada de forma severa". Es decir, sostendrá ante el jurado que el inculpado "carece de la capacidad necesaria para idear y ejecutar" la suma de los tres actos asfícticos desplegados para que Virginia muriese: hubo un intento de estrangulamiento con el cable de la lámpara de la mesilla de la habitación pero la autopsia también determinó que a la víctima la estrangularon apretándole el cuello hasta que dejó de respirar y posteriormente comprimiendo su cara contra al colchón de la cama.

Además, pretende sembrar la duda razonable introduciendo la posibilidad de un tercero en el escenario del crimen. En el raspado de uñas de la víctima, aparecieron restos biológicos de un varón desconocido. Y hasta plantea una deficiente inspección ocular de la casa. "No hubo forzamiento de puertas pero no se observó si una puerta pequeña, aparte del portón del garaje, que permite acceso a la vivienda, estaba o no abierta", esgrime.

Las acusaciones también tienen argumentos incriminatorios. La casa estaba cerrada con llave y cuando agentes y bomberos entraron, alertado por la familia ya que el matrimonio no daba señales de vida, José Alén estaba semidesnudo y con la camiseta ensangrentada . Tenía un cuchillo en la mano con el que trataba de autolesionarse en el cuello. Solo fue capaz de decir, "Eu non fixe nada". 


Casados durante 35 años


El inculpado y su esposa llevaban casados durante 35 años, sin denuncias por violencia de género y con una relación cordial. Residían en Suiza y en septiembre de 2016 se trasladaron a Carballiño porque la conducta, emociones y afectividad de Alén Lorenzo comenzaron a alterarse (se mostraba atemorizado cuando salía a la calle). Visitó varias clínicas psquiátricas y naurológicas con prescripción de tratamientos que cumplió.

Poco antes de la muerte de su mujer, había estado en  Urgencias del CHUO después de subirse al tejado de su propia casa, donde estuvo cinco horas. "He oído del médico que no tengo cura", llegó a  manifestar.

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