Teniente de la Guardia Civil

Antonio Iglesias Salas: ‘La violencia doméstica es el delito más denunciado en Carballiño tras los robos’

Antonio Iglesias Salas, en su despacho del cuartel de Carballiño.  (Foto: Martiño Pinal)

Hoy cesa oficialmente el teniente de la Guardia Civil que dirigió el puesto de Carballiño durante algo más de cuatro años. Afirma que es una comarca muy tranquila, con una media de nueve o 10 delitos al mes.
El teniente de la Guardia Civil de Carballiño, Antonio Iglesias Salas, cesa hoy en su puesto, tras solicitar un nuevo destino. Ha estado al frente del cuartel durante más de cuatro años y en estos últimos días asiste emocionado a los encuentros de despedida que le dedican sus numerosos amigos. Para el 29 de noviembre está prevista la incorporación de Miguel Cruz Trillo.

¿Por qué se marcha de Carballiño?

Yo soy de Vigo y ha quedado una plaza vacante en el puerto, así que la solicité y me la han concedido. Aquí estoy muy contento, pero pienso que la familia es lo más importante.

¿Qué es lo que más valora de esta comarca?

La población, que es inmejorable, aquí hice muy buenos amigos con los que seguiré en contacto. Ya no llevo cuenta de las invitaciones que tengo de despedida hasta noviembre, y eso es algo que me emociona.

Durante su estancia, ¿ha incorporado cambios en el cuartel?

Gracias al teniente coronel se han hecho importantes reformas. Disponemos de unas instalaciones modernas después de haber reconvertido los pabellones de viviendas en oficinas. Aquí ya viven muy pocas familias y eso nos ha permitido ampliar las dependencias de trabajo. Es así que para principios del próximo mes de noviembre ya estará abierta al público la nueva oficina de intervención de armas con acceso independiente. En general, hemos mejorado todo el edificio, incluido un salón de actos.

¿Es cierto que en los últimos meses se han incrementado los delitos?

No, mediáticamente han trascendido más, pero el índice delictivo es el mismo de hace cuatro años y pese a que la población aumentó considerablemente, sobre todo a raíz de las obras del AVE, hemos tenido mucha gente de paso, hasta 4.000 personas a mayores. Ahora, vendrán más para colocar las vías y la señalización.

¿Qué media de delitos registran al mes?

La media viene siendo de nueve a 10 delitos, la mayoría contra el patrimonio, y también han aumentado las denuncias por violencia de género, que ocupan el segundo puesto después de los robos.

¿Cómo es el perfil del delincuente en la provincia?

Es de fácil detección, exceptuando algún caso. No es gente conflictiva, en el sentido de que sea peligrosa o agresiva, y normalmente comete hurtos o robos. Después está la gente que viene del exterior, afincados en territorio español y que se dedican a robar. Aprovechan que no son conocidos para delinquir y lo digo con hechos constatados en otras comandancias como la de A Coruña, ya que también pudieron haber actuado en esta zona. Eso no significa que los inmigrantes en general se comporten mal, porque la población de Carballiño no ocasiona ningún tipo de problema.

¿Hay épocas más problemáticas que otras?

Sí, es cierto, por ejemplo antes del verano y en vísperas de las Navidades, también en enero y febrero suele haber más robos, mientras que la situación se normaliza en marzo, abril y mayo. Supongo que es gente sin recursos que quiere disfrutar igualmente de las fiestas navideñas y del verano.

¿Toman precauciones los carballiñeses para evitar que entren en sus viviendas o les atraquen?

No es que no sean precavidos, pero al no producirse hechos relevantes bajan la guardia porque es una comarca muy tranquila. Sin embargo, cuando ocurre un hecho más o menos importante, entonces se asustan y toman medidas.

¿Cuál ha sido el caso más difícil de resolver en estos cuatro años?

Los hemos resuelto bien. A fecha no ha sido difícil, aunque empleamos más tiempo con unos que con otros. Durante mi estancia he tenido suerte de que no se produjeran delitos graves.

¿Cómo le gustaría despedirse?

Sólo tengo palabras de agradecimiento hacia los habitantes de esta comarca. Agradezco el comportamiento que tiene la población con la Guardia Civil, porque en Carballiño nos sentimos vecinos y queridos, y también aprovecho para despedirme de la gente con la que no puedo estar personalmente para hacerlo.


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