TRIBUNALES

Asaltaron una casa habitada en Boborás: "Estábamos algo borrachos"

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photo_camera Faustino Jiménez y Francisco Javier Gay Tizón. Los otros dos asistieron al juicio por videoconferencia.

Tres de los implicados admiten los hechos y un cuarto se desvincula, dice que solo los llevó hasta allí

Tres acusados de entrar a una casa habitada de la carretera de Astureses -Boborás- el 23 de marzo de 2017, en donde la Guardia Civil los esperaba tras recibir un chivatazo, reconocieron su participación. En el interior del vivienda, había cuatro agentes a los que se enfrentaron con patadas, puñetazos y un destornillador hasta que finalmente fueron reducidos. Otros dos guardias civiles estaban apostados en el exterior.

Los albaneses Ergys Saliu y Emanuel Basha, en prisión provisional por estos hechos, junto a Francisco Javier Gay Tizón, admitieron ayer ante la jueza del Penal 1 que entraron a robar ataviados con ropas oscuras, capuchas y guantes. Los tres implicaron a un cuarto inculpado, Faustino Jiménez Heredia, quien se quedó en el coche, según la fiscal, para vigilar, y al ver a los agentes de dio a la fuga. Él lo niega. Dice que acudió con los albaneses, a quienes conoció ese mismo día, y Tizón a Boborás porque este último no podía conducir su propio coche al quedarse sin el carné. Recibió 100 euros para que ejerciera de chófer, según declaró en instrucción.

Pero sus compañeros de "aventuras" lo implicaron de lleno. Saliu explicó que el golpe fue planeado por los cuatro, y sus compañeros hasta introdujeron matices. "El Gitano -en alusión a Fasutino- nos dijo que nadie vivía en la casa y se podía robar; estábamos algo borrachos y él nos enseñó donde estaba la casa... Mucha planificación no hubo", aseguró Basha. Mientras, Gay Tizón también lo colocó en el centro de la diana: "Lo decidimos a raíz de una información de Faustino y acordamos que él quedase en el coche".

La admisión del delito por parte de tres de los investigados y el pago de la responsabilidad civil redundó en una menor petición de pena por parte de la fiscal al aplicar la atenuante de reparación del daño. Tres años para Ergys Saliu y Emanuel Basha por robo con violencia en las personas en casa habitada, atentado contra agentes de la autoridad y tres meses multa a tres euros día por delitos leves de lesiones. Para Gay Tizón interesó cuatro años y medio por el robo y tenencia ilícita de armas.


Expulsión de España


Los albaneses cumplirán el 26 de marzo del próximo año dos terceras partes de la condena, momento en el que serán expulsados del país. No podrán regresar en un plazo de nueve años, contados desde la fecha de expulsión.

Gay Tizón acreditó que está siguiendo un tratamiento de deshabituación de las drogas por lo que, según explicó su letrado, en la ejecución de la sentencia plantearán la suspensión de la pena.

Los agentes lesionados, personados como acusación particular, dieron el visto bueno, a través de su letrados, al acuerdo de los inculpados con la fiscal para rebajar las penas a cambio del resarcimiento de los daños causados. Los 12.000 euros en total consignados solamente por los dos albaneses -Tizón es insolvente- servirán para resarcirles de las lesiones y secuelas.

Uno de los guardias civiles no dudó en reconocer ayer que la intervención realizada en la casa para evitar el robo había sido la más peligrosa en sus 25 años de carrera "por la violencia extrema utilizada". De hecho, reconoció que temió por su integridad física al verse atacado con un destornillador, una herramienta de bricolaje, que según precisó, puede ser un arma punzante e incisiva. "Intentó clavármelo en el tórax pero me protegió el chaleco antibalas", relató.

La moradora de la casa no estuvo en peligro porque la desalojaron antes de que llegaran los asaltantes. 

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