CARBALLIÑO

Bilbao, penúltima batalla de la 'Guerra del pulpo'

635957432613228947w
photo_camera Los pulpeiros de MasGalicia sirven los 700 kilos de pulpo de la tapa más grande de la historia (MIGUEL TOÑA)

Los bilbaínos despojan a O Carballiño de su trampolín hacia lo universal batiendo el récord de la tapa de pulpo más grande de la historia. Setecientos kilos de cefalópodo en un plato de 5,3 metros de diámetro.

El País Vasco se ha propuesto despojar a Carballiño del pulpo como unidad de destino en lo universal. Bilbao ha acreditado sobre una tapa de madera de 5,3 metros de diámetro que 700 kilogramos de cefalópodo pueden solapar -nunca terminar- con la proyección internacional de la villa de las pulpeiras.

Una carpa instalada en la Plaza de Toros de Vista Alegre, en Bilbao, guardó la aparición de un nuevo récord. O eso, o un agravio para las aspiraciones de O Carballiño. La empresa gallega MarisGalicia originó la tapa de pulpo más grande de la historia con materia prima propia. 32 kilos de sal, 100 litros de aceite y 4 kilos de pimentón cerraron el plato. Su esperanza de vida: dos horas. "¡Es genial!", declaraban John y Cateryn, dos irlandeses probablemente ajenos a la tarea carballiñesa de incrementar año a año el tamaño de su gesta. En 2014, 430 kilos. El año siguiente, setenta más. Entre medias, Ponferrada se sumó a la carrera con 508 kilos de cefalópodo. El listón cada vez está más arriba.

Lo que Euskadi no tiene es a Álvaro Cunqueiro, que entendió que un país también se construye por la boca. Narra la llegada de un peregrino a Lugo, "quien haciendo el Camino de Santiago vio unas mujeres vestidas de negro que se azacaneaban encendiendo fuego detrás de las inmensas calderas negras. Creyó que aquellas eran las brujas o meigas. Pero eran las pulpeiras", relata en su retrato gastronómico, "La cocina gallega". Y cita: "en Arcos, en la vecindad de la abadía bernarda de Oseira, en Carballiño, es donde se establece la flor de las pulpeiras".

Bajo el pinar del Parque Municipal se registró el último récord ourensano, antes de la marca bilbaína. Allí se cocieron 500 kilos durante la Festa do Pulpo del pasado verano. Los 23 pulpeiros trocearon todos los tentáculos en 13 minutos y medio. Un minuto y medio más que en 2014. La tapa de madera medía 5,13 metros. Era el plato-portada de La Región al día siguiente. 

Este viernes titulaba El Correo Español: "Récord del mundo a la bilbaína". Dos mil raciones a 3 euros, acompañadas con pan y regadas con albariño (craso error), en una fiesta del marisco que lleva viajando por varias capitales de España desde el año 2009. Mañana podría responder a la afrenta Carballiño con carteles pegados al alba: "Buen intento".  

El pasado jueves escribía Xabier Blanco en estas páginas la visión externa de un compatriota sobre las medallas entregadas en el Parlamento de Galicia: "Siendo Santalices de Ourense al menos podría haber llevado a una pulpeira", exclamaba. Venía a decir en realidad que el pulpo es el nexo que nos une con la provincia. Carballiño es causa necesaria en ese vínculo, que es lo mismo que decir que sin Carballiño, no hay pulpo.

Te puede interesar