CRÓNICA

Boborás aprende a salvar vidas

María José Vázquez y Francisco Javier Masid, realizando las prácticas (MARTIÑO PINAL)
photo_camera María José Vázquez y Francisco Javier Masid, realizando las prácticas (MARTIÑO PINAL)

Siete vecinos y tres escolares se han formado en el uso de un desfibrilador, que acaba de adquirir el Concello de Boborás como refuerzo al del centro de salud. Es el tercer concello de la provincia que compra este equipo.

El aula de informática de Boborás se convirtió ayer en un improvisado espacio para la realización de prácticas de primeros auxilios con un desfibrilador que acaba de adquirir el Concello. Teniendo en cuenta que el alcalde Cipriano Caamaño es médico, no sorprende que haya comprado este equipo de cardioprotección, que considera "es fundamental que esté lo más cerca posible", asegurando que "la idea es que tenga continuidad, adquiriendo algunos más y formando a más vecinos en su utilización".

Para esta primera experiencia se han anotado siete voluntarios: profesores del colegio público, la gerente del geriátrico, la educadora de la guardería, un obrero y un funcionario del Concello, además de participar también tres escolares con el fin de que vayan adquiriendo los primeros conocimientos que podrán ser útiles para ofrecer "mayores oportunidades de supervivencia", según señalaba el alcalde.

La formación se prolongó durante dos días y a partir de ahora los vecinos contarán con un desfibrilador de apoyo al del centro de salud.

Miguel Blanco, profesor de educación física, opinaba que "era unha carencia que tíñamos, a formación en primeiros auxilios é fundamental e estes sistemas son cada vez más frecuentes nos institutos". Sin embargo, no lo es tanto que sean adquiridos por concellos, siendo Boborás el tercero de Ourense en disponer de este equipo, después de Avión y Celanova.

Por tratarse del colectivo más vulnerable, el desfibrilador estará en la residencia geriátrica, pero cualquiera de los siete voluntarios formados podrá utilizarlo en caso de que surja una emergencia y que por cualquier motivo no pueda ser atendida antes por el 061. "É importante saber o que tes que facer si te ves no caso dunha parada cardíaca, podes axudar a salvar unha vida que depende de unhos minutos", indicaba Carmen Fernández, de la residencia geriátrica. Por ese motivo, los voluntarios, incluidos los escolares, siguieron muy al detalle las instrucciones de la monitora, Elena Portabales, que dirigió las prácticas de este sistema integral de cardioprotección, basado en el asesoramiento, formación, instalación del desfibrilador, equipo de oxigenoterapia, vitrina, señalización y el mantenimiento adecuado posterior, que contrató el Concello a la empresa que suministró el equipo y cuyo gerente, Jesús Castro se desplazó ayer a Boborás para cerrar la compra por un importe de 3.000 euros. El desfibrilador contiene un cartucho de electrodos para adultos y otro para niños y es capaz de analizar el ritmo cardíaco en ocho segundos, al mismo tiempo que aporta instrucciones de voz.

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