O CARBALLIÑO

Boborás, Coixet y... ¡acción!

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photo_camera El equipo de rodaje, con Isabel Coixet al mando, hizo frente a la lluvia durante la grabación.

La directora de cine española Isabel Coixet inició el rodaje de su película "Elisa y Marcela" en la provincia de Ourense, comenzando con las primeras imágenes en la villa rural de Pazos de Arenteiro, en Boborás

Los vecinos de Pazos de Arenteiro no habían visto tanto movimiento, coches y expectación sobre sus antiguas calles empedradas. El equipo al completo de Isabel Coixet había llegado revolucionándolo todo, y no pasó desapercibido entre ninguno de los casi cien habitantes de la villa. La directora catalana comienza el rodaje en Ourense de la película "Elisa y Marcela", de la que ya se han tomado las primeras imágenes en Barcelona.

Ayer se desplazaron desde los bungalós del camping municipal de Carballiño, donde se encuentran alojados, hasta Pazos de Arenteiro, donde se dedicaron a filmar en los espacios exteriores; hoy será el turno de Moldes y el jueves regresarán a Pazos de Arenteiro para centrarse en las escenas del interior de varios edificios.

Cada esquina de esta villa se convirtió en el escenario perfecto durante estos días, preparándose para recrear en blanco y negro el año 1885. El film relata la historia de amor entre dos mujeres, una relación incomprendida en la época en la que sucedió, que las llevó a tener que esconder su amor de las miradas ajenas.

La jornada de grabación comenzó a las 11,00 horas, donde cámaras, actores y producción se adentraban hasta las orillas del río Arenteiro. La lluvia sorprendió a todos cerca de las 14,00 horas, cuando adelantaron el descanso para la comida. A pesar de esta interrupción meteorológica, las escenas que querían grabar, la recreación de varias actrices imitando a lavandeiras, fueron un éxito.

La lluvia, inesperada retrasó un poco su guión, pero la directora aseguró que "no supondrá un gran problema", aunque varias escenas en el puente medieval de Pazos tuvieron que atrasarse. La tarde empezó bajo chuvasqueros y paraguas, y las protagonistas de esta historia pasearon su amor por las calles de la villa igualmente. Estas zonas, algunas de difícil acceso para las cámaras como los márgenes del río, fueron seleccionados por la propia Isabel Coixet, que comentó que la naturaleza y los detalles del rural gallego "aportan la luz que necesita esta película".

Los detalles se han cuidado al máximo para esta producción. Los 27 figurantes que participaron en la jornada de ayer comentaron lo elaborados que estaban los trajes, que eran diferentes para cada uno de ellos.

"Nos mancharon la cara y las manos con tierra, hasta dentro de las uñas", relató una de las figurantes que hace de campesina. Patricia Torres, concelleira de Culutura del Concello de Boborás, presenciaba el rodaje asombrada, asegurando que "es tan real que parece que estoy echando la vista atrás cien años por lo menos". Para esta casi treintena de figurantes fue toda una experiencia rodar estas escenas.

Algunos de ellos ya tienen relación con las cámaras por participar en proyectos similares como "A Esmorga"; otros, son principiantes. La anécdota del día fue la de una pareja de amigas. La que había sido seleccionada no pudo participar por enfermedad y su acompañante la sustituyó en el momento, pillándola por sorpresa.

Podría decirse que el elenco que forma tanto la producción como los actores y figurantes tiene un tinte autóctono. Según afirmó un integrante del equipo técnico, cerca del 40% del personal que trabaja para esta película es gallego.


Próxima parada: Celanova


Sin un día de descanso, todo el equipo pondrá rumbo a Celanova el viernes, si todo sigue el plan elaborado por la productora, y se quedarán hasta el próximo miércoles. El municipio celanovés lleva varios días preparándose para esta cita, en la que las cámaras de Coixet grabarán en la Praza Maior y la de As Pitas, la Alameda, la calle San Roque y diferentes estancias del Monasterio de San Salvador.

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