Acusa al gobierno de Feijóo de subvencionar servicios en Cea y restar apoyo económico al ente

Caamaño culpa a la Xunta de desmantelar la Mancomunidad

Cipriano Caamaño.
El alcalde de Boborás, Cipriano Caamaño, responsabiliza a la Xunta del 'desmantelamiento da Mancomunidade do Carballiño' como consecuencia de la 'irregularidad', según indicó, cometida por la Administración autonómica al conceder subvenciones al Concello de Cea para servicios sociales, al mismo tiempo que recortaba la asignación por el mismo concepto para el ente comarcal, y con el agravante de que Cea 'obtén doble beneficio na axuda do fogar, a través da Mancomunidade, e mediante as axudas que recibiu o concello, e eso é unha irregularidade', puntualizó.
También afirma que los alcaldes se enfadaron por esta razón, ya que no pueden incrementar sus aportaciones para seguir cubriendo gastos. Según lo publicado en el DOG, Cea recibió en 2011 para servicios sociales más de 64.000 euros.

Caamaño aseguró que seguirá dentro de la institución, pese a que ya confirmaron su marcha otros alcaldes populares como el de Irixo, que lo hará en enero de 2013; el de San Amaro, que prevé dejarla en 2014, y el de Cea, que también solicitó la baja para el próximo año.

El presidente de la Mancomunidad, Manuel Prado, declaró que la Xunta redujo en 100.000 euros las ayudas durante el 2011. Un dinero con el que contaba y que fue adelantado para pagar las nóminas de las auxiliares a domicilio. En noviembre, fue cuando se confirmó el recorte, al mismo tiempo que 'houbo que pechar a operación de tesorería que tíñamos'. Todo eso y la deuda que tienen los concellos ha llevado a la institución a una situación crítica, con retrasos en el abono de los sueldos de un mínimo de tres meses.


EL MAYOR DEUDOR

Prado puntualizó que el concello que más debe es Cea, ya que no paga las cuotas desde el segundo trimestre de 2010. Pese a todo, considera que la Mancomunidad puede salvarse y tiene previsto convocar una reunión en próximas fechas para buscar soluciones, ya que de producirse el abandono, únicamente quedarían Beariz y Boborás junto a Punxín y Maside con algunos servicios. El alcalde de Irixo, Manuel Penedo, reconoció que 'algo de eso hai', en relación al cabreo de los alcaldes, mientras la Xunta asegura que no se han recortado las ayudas a la Mancomunidad.

Por otra parte, los socialistas de la comarca se reunían ayer para pedir públicamente la disolución de la institución, 'o abandono dos concellos danos a razón sobre a mala xestión realizada', indican.

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