O CARBALLIÑO

El cambio de sentido de varias vías genera críticas vecinales

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photo_camera Dos vehículos colisionaban en el cruce entre la rúa Otero Pedrayo y la avenida 25 de Xullo la madrugada del miércoles.

Un accidente en un cruce de la avenida 25 de Xullo cuestiona la "operatividad" de la reordenación 

En la madrugada del miércoles se producía el primer accidente en el cruce entre la avenida 25 de Xullo carballiñesa y la rúa Otero Pedrayo desde que se puso en marcha el cambio de sentido que afecta a esta zona, entre otras calles céntricas. El choque entre dos vehículos, que se salvó con daños materiales pero ninguno personal, abría la veda a una lluvia de críticas que se iniciaron en el mes de mayo, cuando el Concello anunció la reordenación del tráfico en varias de las vías más concurridas.

Los cambios de sentido dejaron a la rúa Evaristo Vaamonde con un único sentido, teniendo su entrada por la avenida 25 de Xullo y salida por la rúa Conde Vallellano. Lo mismo sucedió con la rúa Otero Pedrayo, a la que sólo se puede acceder por la rúa Conde Vallellano y salir por la avenida 25 de Xullo, por donde únicamente podrán salir también los vehículos procedentes de la rúa Vicente Risco. De esta forma, todas las calles transversales a la carretera N-541, la avenida 25 de Xullo, quedan ahora con un único sentido, con la finalidad de reducir la concentración de coches en los cruces.

Son muchos los que ven este accidente como una muestra de la "inoperatividad" del cambio, sobre todo, los que se ven afectados. Los conductores aseguran que con los dos carriles de salida de la rúa Otero Pedrayo "la visibilidad es menor ahora", destacando que se ven obligados a ocupar parte de la carretera nacional para comprobar si vienen coches. Otras quejas no están referidas a los problemas de seguridad vial, sino que son muchos los que se mostraron descontentos por "ter que dar rodeos innecesarios para entrar ós garaxes ou para acceder a unha zona concreta".

También hay gente que ve positiva la nueva situación, algunos porque ven una reducción del tráfico en estas zonas conflictivas y otros porque se ganaron un centenar de plazas de aparcamiento, otro tema que genera controversia al pensar que el Concello convertirá estas calles en zona azul, donde se cobre el estacionamiento.

A pesar de que la señalización ya es oficial y las líneas que delimitan los nuevos sentidos del tráfico ya se han pintado, aún queda algún despistado que no se ha adaptado al cambio.

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