Un carballiñés, entre los miembros de una red de sextorsión desarticulada en Galicia

Agentes de la Guardia Civil. JOSÉ PAZ
photo_camera Agentes de la Guardia Civil. JOSÉ PAZ
Un carballiñés ha sido detenido junto con otras tres personas en una operación contra una red de sextorsión en Galicia

Un carballiñés está entre los cuatro detenidos en una operación de la Guardia Civil, en la que se ha desarticulado un grupo criminal, asentado en Galicia, que se dedicaba a la "sextorsión" de usuarios de páginas de contactos.

Esta operación constituye un nuevo avance contra los delitos sexuales en internet, tras las detenciones realizadas la semana pasada en el marco de la operación "Pretor", contra una banda que utilizaba un modus operandi muy similar. 

La investigación se inició en A Coruña, donde el grupo de la Guardia Civil especializado en ciberdelincuencia actuó a consecuencia de la denuncia de una vecina que aseguró haber sido engañada para realizar la función de "mula de dinero" por parte de quién era en aquel momento su pareja.

Los agentes consiguieron vincular esta denuncia con otras denuncias de diferentes víctimas de las localidades de Béjar (Salamanca), Talavera de la Reina (Toledo) y Tomelloso (Ciudad Real), en las que decían que habían llegado a pagar casi 3.000 euros a la banda tras recibir amenazas después de haber contactado con una supuesta mujer que ofrecía servicios sexuales por la red.

Los detenidos son naturales de las localidades coruñesas de Ferrol, Oleiros y Teixeiro, así como de O Carballiño. Se ha emitido una petición de detención internacional contra el cabecilla del grupo, huido a su país, República Dominicana.

Amenazas por el móvil

La extorsión comenzaba cuando las víctimas, tras contactar con una mujer a través de una página web de contactos sexuales, concretaban una cita que finalmente no se llegaba a realizar. Sin embargo, posteriormente, recibían mensajes con fotos intimidatorias en las que aparecían armas de fuego, así como llamadas en su teléfono móvil amenazándolas con darles una paliza si no pagaba cierta cantidad de dinero por el tiempo perdido de la mujer y para contentar a los jefes de ésta por no haber acudido el servicio contratado.

Ante las reiteradas llamadas y mensajes, la víctimas realizaron los pagos exigidos a través de transferencias bancarias o mediante aplicaciones de envío de dinero por móvil. No obstante, tras los pagos, las víctimas recibían nuevos mensajes con amenazas para que siguiesen proporcionando dinero.Como resultado de la investigación llevada a cabo, la Guardia Civil detuvo a cuatro de los cinco integrantes del grupo criminal. Tres de ellos contaban con numerosos antecedentes por hechos delictivos similares, cometidos con el mismo modus operandi en otros puntos de la geografía española y vinculados a otras operaciones de estafas ya desarrolladas por la Guardia Civil.

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