El Concello de Carballiño aborda un plan para erradicar los vertidos de aguas residuales que existen en el río Carrás y en el arroyo de O Varón, que desenvoca en el Avia. Se trata de varias calles, que no tienen conexión con el colector de la depuradora del Carrás y las aguas desbordan de viejas fosas sépticas, que el Concello pretende anular.
Así, el grupo de gobierno municipal llevará para aprobar en el próximo pleno que se celebrara el próximo miércoles la firma de un convenio entre la entidad municipal y la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil con la finalidad de mejorar el saneamiento municipal que en las proximidades de la calle Madanela cuenta con un colector, que recoge las aguas de los edificios de las calles Solana y San Benito, que en la actualidad se encuentra conectado a una fosa séptica que funciona de un modo deficiente y provoca vertidos de aguas sin depurar al arroyo de O Varón.
Las obras consistirán en la demolición de la fosa séptica existente, sustituyéndola por un colector de saneamiento que recoja el vertido que llega hasta la misma, en la margen derecha del cauce, y lo conduzca hasta el colector de saneamiento que discurre por su margen izquierda. La inversión asciende a 70.000 euros, de los cuales la Confederación hidrográfica Miño-Sil aportará 56.000 euros, lo que supone el 80% , mientras que la aportación del ayuntamiento ascenderá a 14.000 euros.
Las obras deben contar con los permisos de Patrimonio, puesto que se trata de una zona catalogada patrimonialmente como minería romana y deben contar con la presencia de
profesionales de la arqueología para que acompañen el desarrollo de dichas obras, motivo que ralentizó el inicio de las mismas y su ejecución antes del verano. La confederación hidrográfica se hará cargo de la redacción del proyecto, de su contratación y ejecución.
PROYECTO PARA LA CARRETERA DE OURENSE
Otro proyecto que está en estos momentos en redacción tiene que ver con la avenida 25 de Xullo y la carretera de Ourense, cuyos vertidos de aguas residuales van directamente a los prados del entorno del río Carrás. Este entorno no está conectado con el colector general de la depuradora por cuyo motivo está causando serios problemas de contaminación y malos olores. Para la intervención en la carretera de Ourense, los responsables municipales barajan una inversión de casi 600.000 euros, que incluye también aceras y otras intervenciones de urbanización. Para ello, el Concello espera contar con el apoyo de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil y con Augas de Galicia con el objetivo de hacer frente a la financiación del proyecto y acabar así con este vertido contaminante al Carrás.
