Naturgy investiga la causa de una anomalía detectada en la presa hidroeléctrica de Albarellos
Las aguas del río Avia a partir de la presa de Albarellos y hasta Pazos de Arenteiro, en el término municipal de Boborás, e incluso en menor medida hasta Leiro, tienen color marrón supuestamente debido al arrastre de tierra y lodos. Hace más de una semana que ha sido detectado el problema y la empresa Naturgy (antigua Gas Natural Fenosa), que gestiona el funcionamiento de la presa, lo achaca a las bajas aportaciones pluviales entrantes desde hace varias semanas, lo que ha provocado un descenso progresivo del nivel del agua en el embalse.
Los responsables de la Unidad de Hidráulicas declararon que llevan varios días observando el fenómeno y se mostraban sorprendidos porque durante el pasado año el embalse estuvo en cuotas inferiores a las de este año y, sin embargo, no se produjo ningún episodio extraño.
Pese al mal aspecto que ofrece el río por la coloración del agua, la empresa eléctrica insiste en que los niveles de turbidez y oxigenación "son aceptables". La Consellería de Medio Ambiente ya tiene conocimiento de la situación y Naturgy, después de tomar algunas muestras, procede a su análisis para intentar conocer las causas de dicha coloración. "Estas medidas de calidad de las aguas se realizan conjuntamente con Medio Ambiente", apuntaron fuentes de la compañía. En ese sentido, añaden que "una vez que se analice y se conozca la causa, se puede actuar", al respecto de las medidas que se podrán adoptar para solucionar el problema. Desde la Consellería de Medio Ambiente, no obstante, matizaron que la responsabilidad de la calidad de las aguas en ese caso es de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil. Un técnico de este organismo visitó ayer la zona, comprobando que se está respetando el caudal ecológico del río y asegurando también que en esta primera visita no se detectó ninguna anomalía. El caudal ecológico procede de la parte más baja del embalse y arrastra tierra y lodos, según se puede observar.
