El comercio y hostelería, los damnificados en Carballiño

La restricción de la movilidad a partir de hoy no ha cogido por sorpresa a los vecinos de Carballiño que en cierta medida ya se la esperaban de un momento a otro debido al diario incremento de los contagios, que ayer sumaban 8 nuevos casos situándose en 163. En los otros dos concellos que han quedado dentro de los límites de movilidad han aumentado en uno en el caso de Boborás, con un total de 19, mientras que O Irixo tiene uno menos y baja a los 8. En cuanto al resto de la comarca, suben en San Cristovo de Cea de 3 a 5; aparecía ayer el primer afectado en Punxín; mientras se mantienen en Piñor con 2 casos, Beariz 5 y San Amaro 2. Los alcaldes de los tres concellos en los que se ha restringido la movilidad consideran necesaria la medida y confían en la decisión de los responsables sanitarios para frenar la escalada de contagios o por lo menos mitigarla. Las calles de Carballiño y sus negocios ya reflejaban ayer la nueva situación, con menos movimiento en relación a días anteriores, aceptando los ciudadanos con resignación la prohibición de salir de la localidad salvo por motivos de trabajo, sanitarios o educativos. La gerente del Centro Comercial Aberto, Noelia Mares, reconocía que "vivimos mucho de los alrededores, de toda la comarca, y esto frena el movimiento comercial. También la hostelería, que en estos momentos es la más perjudicada al no contar con la gente de otros concellos ni poder utilizar el interior, lo está pasando mal y si llueve las terrazas también quedarán anuladas". Pese a ello, considera que "si Sanidade toma esta medida supongo que es porque piensa que será efectiva". Plaza de abastos En la Plaza de Abastos apenas había clientes en la mañana de ayer. El presidente de la asociación de placeros, Eligio González, declaraba que las ventas "bajaron hasta un 50% desde que finalizó el verano y empezaron a subir los contagios, porque si la gente no sale por miedo, cierra la hostelería y nos perjudica a nosotros". No obstante, piensa que la restricción es necesaria "si queremos recuperar la actividad". Manuel Carballeda, presidente del Área Industrial de Carballiño, manifestaba que "el parque empresarial no se verá afectado porque tenemos movilidad por razones laborales y cada empresa puede otorgar autorización a los trabajadores, por lo que pienso que no afectará a la actividad normal". Sin embargo, reconocía que "al comercio minorista claro que le va a perjudicar". En cuanto a la decisión de Sanidade, opina que "estoy seguro que son las personas adecuadas para adoptar decisiones. Nos gustaría que se suprimieran las restricciones pero hay que resignarse para poder volver a la actividad normal". Juan Alfonsín López trabaja de camarero en una céntrica cafetería de Carballiño y considera que este confinamiento "es un parche que no va a servir", apuntando que en lo que concierne al sector de la hostelería "lo mejor sería cerrar durante 10 días para que bajen los contagios y abrir de nuevo sin restricciones, porque ahora con cuatro o cinco clientes no da ni para pagar la luz". José Luis González, vecino de la villa, expresaba su preocupación porque "la irresponsabilidad de unos pocos la vamos a pagar todos. Las instituciones deberían exigir que se cumplan las normas para no tener que pagar justos por pecadores, porque a este paso vamos a acabar todos en la cola de la Cruz Roja". Al mismo tiempo, también criticaba el retraso de las ayudas económicas anunciadas por el Concello de Carballiño. Comisión La comisión municipal de seguimiento de la pandemia mantuvo ayer una reunión, manifestando los representantes de los distintos grupos políticos que forman parte de la misma su conformidad con la medida adoptada por Sanidade. Además, la comisión acordó "transmitir a la Consellería de Sanidade la necesidad de agilizar las pruebas PCR a las personas que están en cuarentena. Se están quejando que llevan muchos días encerrados, sobre todo aquellos de contacto directo con algún contagiado. Estaremos atentos a la emergencia social que va a salir de esta crisis", apuntaba el alcalde, Francisco Fumega, presidente de la comisión. La feria quincenal del 16 se suspende Una de las primeras consecuencias de la restricción de la movilidad tiene que ver con la suspensión de la feria quincenal que tendría que celebrarse mañana. Los responsables municipales señalan que "debido á situación xerada pola propagación da covid -19 no municipio, o concello, en consonancia coas restricións impostas por esta situación, así como a limitación de movemento fóra dos municipios do Carballiño, Boborás e O Irixo, adopta esta decisión como unha medida preventiva para evitar calquera tipo de concentración na vila que poidera provocar novos contaxios. Por isto, suspéndese toda a actividade vencellada coa feira, non permitíndose polo tanto a instalación de postos de venda ambulante nas rúas". Asimismo, añaden las autoridades locales que "agárdase que todas as medidas tomadas contribúan a mellorar a situación e permitan desenvolver as feiras seguintes ".