reportaje - educación

El CPI Terras de Maside, un cole especial y diferente

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photo_camera Algunos de los espacios del centro educativo.

El CPI Terras de Maside comenzó hace 10 años una "gran revolución" capitaneada por un equipo directivo que tenía claros sus objetivos: que los escolares se sintiesen atraídos por los estudios y frenar la despoblación rural. 

En cuántas ocasiones hemos anhelado volver al colegio, a esos años felices en los que no existían las preocupaciones. Los alumnos y alumnas del CPI Terras de Maside también lo desearán en un futuro -por desgracia- no muy lejano. Pero en este caso, además, podrán contarles a sus amigos, familiares, parejas o hijos, que se formaron en uno de los centros más especiales y diferentes de Ourense.

Hace casi una década, el equipo directivo de este colegio -uno de los pocos del rural de la provincia que ve incrementado cada año el número de matrículas- y liderado por el docente Luis Veloso, lo tuvo claro: había que hacer algo, pues el mal de la despoblación acabaría por cebarse también con este centro público. 

El colorido comenzó a apoderarse del viejo ladrillo que revestía todas las aulas: desde las administrativas, hasta las que acogían las distintas clases, despachos del profesorado y aseos. ¿El objetivo?, ganar alumnado y retener el que ya existía, ofreciéndole un espacio atractivo para aprender. El popular artista ourensano, Mon Devane, entre otros, fue uno de los que participaron en esta "revolución", retratando a conocidos deportistas en el entorno del pabellón. "Fai tres anos fixemos unha quedada de grafiteros galegos no medio dunha xornada de cultura alternativa. Trouxemos un DJ e unha rapaza que lles ensinou a bailar aos nenos", recuerda el director del colegio, Luis Veloso. 

El parque de infantil fue una de las últimas intervenciones artísticas. "Hai uns anos -agora non, xa que os cativos traballan a base de proxectos- tiñan un método de lectoescritura propio e os personaxes eran os que están aquí pintados", explica Veloso durante un recorrido por el centro, al tiempo que reconoce que el equipo docente, compuesto por 35 profesores, ha visto cumplida su misión. "En infantil incrementamos en 20, nos últimos tres anos, o número de nenos e nenas matriculadas, veñen moitos dende O Carballiño. Non hai que esquecer que nós estamos nun entorno rural, e penso que é algo moi salientable", matizó. "Hai centros que están seguindo un pouco o noso modelo. Está claro que a diferenza entre estudar nun sitio bonito, como o que nós temos, a noutro máis tradicional ou antigo, é moita", añade. 

El CPI Terras de Maside, localidad que ronda los 3.200 habitantes, ha pasado de tener 194 alumnos matriculados en el curso 2007/2008, a 275, en la actualidad. En los próximos días los alumnos asistirán a la inauguración de la última obra: un cíber hecho con cartón reciclado y dotado con ordenadores de última generación. Durante este curso, además, se procederá a crear un "jardín zen" para el uso, disfrute, y "relax" de todos ellos. En total, el equipo directivo lleva invertidos 318.241 euros en todas estas reformas, procedentes de los presupuestos que consigna la Xunta al funcionamiento de los centros públicos. 

Pero si de algo saca pecho su director, es de haber logrado una importante inclusión de menores de etnia gitana en el centro, para lo que cuentan con un mediador y profesor de religión evangélica.

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