La procesión de Santa María, en la parroquia carballiñesa de Arcos, finalizó con su entrada en la iglesia antes de la misa solemne. No hubo sorpresas, y el empresario Florindo González volvió a ganar la subasta de las andas con 7.200 euros, 800 menos que el pasado año. Las fiestas de los pulpeiros continúan todo el fin de semana.
El empresario carballiñés Florindo González resultó ganador ayer -como en años anteriores de la tradicional subasta que se organiza en la parroquia de Arcos para la introducción en la iglesia de la patrona, Santa María, en el marco de las fiestas del pueblo de los pulpeiros.
Una vez finalizada la procesión, al filo de las 13.23 horas, el sacristán anunció el inicio de la puja de las dos andas -denominadas mansque se realiza de forma consecutiva, primero la derecha y luego la izquierda. En ambos casos, el precio de salida fue de 50 euros y fue subiendo minuto a minuto, pasando por los 1.000, 1.500, 2.000 y 3.500 euros.
Florindo González, acompañado por su familia, puso la guinda final en ambas subastas con 3.600 euros, es decir, un total de 7.200 euros. En la edición anterior de los festejos, la cantidad llegó a los 8.000 euros. Iste ano non se superou o récord porque hai unha crise económi ca moi grande, apuntó con ironía uno de los vecinos presentes.
El dinero, como es habitual, se entrega para los fondos de la parroquia y parte del mismo contribuye a sufragar los gastos de las fiestas. Hace ya más de 20 años que Florindo González protagoniza la subasta en memoria del ofrecimiento que realizó a la Santa María, cuando uno de los buques congeladores de su propiedad estuvo a punto de naufragar en el Atlántico. La tripulación se salvó finalmente y la promesa de meter a Virxe en la iglesia cada 15 de agosto, antes de la misa.
Una vez finalizada la procesión, al filo de las 13.23 horas, el sacristán anunció el inicio de la puja de las dos andas -denominadas mansque se realiza de forma consecutiva, primero la derecha y luego la izquierda. En ambos casos, el precio de salida fue de 50 euros y fue subiendo minuto a minuto, pasando por los 1.000, 1.500, 2.000 y 3.500 euros.
Florindo González, acompañado por su familia, puso la guinda final en ambas subastas con 3.600 euros, es decir, un total de 7.200 euros. En la edición anterior de los festejos, la cantidad llegó a los 8.000 euros. Iste ano non se superou o récord porque hai unha crise económi ca moi grande, apuntó con ironía uno de los vecinos presentes.
El dinero, como es habitual, se entrega para los fondos de la parroquia y parte del mismo contribuye a sufragar los gastos de las fiestas. Hace ya más de 20 años que Florindo González protagoniza la subasta en memoria del ofrecimiento que realizó a la Santa María, cuando uno de los buques congeladores de su propiedad estuvo a punto de naufragar en el Atlántico. La tripulación se salvó finalmente y la promesa de meter a Virxe en la iglesia cada 15 de agosto, antes de la misa.