La agrupación necesita profesores para las nuevas clases de inglés, alfabetización o tecnología
La Cruz Roja de Carballiño necesita voluntarios. Para dar clases de gimnasia, de apoyo escolar o para trabajar en el ropero clasificando las prendas de vestir donadas. En la actualidad, la agrupación local cuenta con 260 voluntarios, aunque sólo 47 están disponibles habitualmente y activos cada semana. Los restantes acostumbran a colaborar en fechas determinadas y para eventos concretos. La coordinadora local, Esther Ruas, explica que "no exige mucho tiempo. Con una hora o dos que le dediques a la semana puedes ayudar a muchas personas".
No existe un perfil definido del voluntariado, tal y como afirma el presidente de Cruz Roja en Carballiño, Modesto Ogea. Una gran parte son desempleados y también los hay jubilados, que colaboran en todo tipo de iniciativas. No obstante, la demanda en estos momentos de voluntarios es más especializada sobre todo para dar clases de gimnasia o de apoyo escolar.
La agrupación ha empezado este otoño con intensidad, incrementando el número y la variedad de actividades, de las que se benefician fundamentalmente las personas mayores, además de niños y familias de pocos recursos.
Nuevas clases
La habitual programación de Cruz Roja se ha ampliado con nuevas iniciativas como clases de inglés, un club de lectura y talleres para aprender a utilizar los teléfonos móviles y las tablets –dirigidas a mayores–, además de las clases de alfabetización.
A estas novedades hay que añadir las que ya se venían desarrollando. Gimnasia, zumba, talleres de memoria, pilates y yoga, informática, manualidades, apoyo escolar, baile y canto coral, entre otras. Además, los voluntarios imparten charlas informativas durante todo el año sobre ahorro doméstico, primeros auxilios o sobre salud, entre otros temas, que también se trasladan en determinadas fechas a los colegios.
La participación es elevada, ya que en cada una de estas actividades que se desarrollan a lo largo de la semana se supera las 20 personas. Según apunta Esther Ruas, este incremento de la oferta ha sido posible gracias al convenio de colaboración con el Concello de Carballiño, que cede a Cruz Roja diferentes instalaciones para que puedan desarrollar las actividades. Además la institución utiliza las dependencias de su sede, situada en la Praza Maior, además de el edificio en O Cornuval.
Esther Ruas confirma que una gran parte de las personas que participan en las actividades o reciben ayuda son personas mayores y que en torno a un 87% son de la zona, mientras el resto son extranjeros.
Según explican desde Cruz Roja, lo que sí se mantiene son las 170 personas que debido a sus bajos recursos económicos se benefician de ayudas con alimentos y dinero para hacer frente a los gastos de alquiler de vivienda o de servicios como el suministro eléctrico.
En próximos días, Cruz Roja ofrecerá un nuevo servicio que será de asesoramiento legal para las personas que lo necesiten y no puedan pagarlo, mediante un convenio con un bufete de abogados.
