Un convenio del Concello de Carballiño con la Diputación provincial permitirá cerrar el enorme agujero, abierto en la calle Ourense desde hace dos años, y también poner fin a las continuas averías que se producen en el viejo colector de aguas residuales de ese entorno, que motivaron precisamente la apertura del socavón. El proyecto incluye la sustitución de la red de saneamiento y la canalización de las aguas pluviales, además de la reparación del asfaltado de la carretera.
El alcalde, Argimiro Marnotes, y el concejal de Obras, Magín Daparte, reconocieron que se trata de una obra prioritaria y urgente, teniendo en cuenta que el socavón de cuatro metros de profundidad constituye un peligro para vehículos y peatones.
