"Hay efecto rebote, es lógico, y las autoridades deben ponerle freno"

El profesor de la Unidade de Psicoloxía do Consumidor e Usuario de la Universidade de Santiago de Compostela Antonio Rial Boubeta acaba de publicar, tras el convenio con la Mancomunidad y el Concello de Carballiño, los resultados de la investigación en esa comarca y lanza advertencias a toda la provincia. ¿Se puede ir al botellón a no beber? El 100% de los que fueron al botellón bebieron alcohol. No se va de oyente. Más de la mitad beben y fuman, y un 25% bebe, fuma tabaco y toma lo que surja. El botellón indica un patrón de policonsumo. No hay ni uno que vaya y no bebs y nuestro estudio lo demuestra en Galicia, en España y ahora en Carballiño y, por tanto, en Ourense. Aplicamos test para ver consumos de riesgo. Entre los que van de botellón, las tasas de riesgo de consumo son hasta siete veces mayores. ¿Hay que pararlo? Hay una laxitud irresponsable por parte de las autoridades. El botellón es un contexto que implica policonsumos manifiestos. Dejemos de banalizarlo. Está habiendo un efecto rebote, algo lógico por parte de los adolescentes. Si llevan un montón de tiempo confinados, es una reacción lógica. Son jóvenes, se ven invulnerables. Por eso hay que establecer un marco para que no se desmadre, viene un verano movido. ¡Y está recogido por ley! Está prohibido que beban menores. Es buenista y populista dejarlos beber en la calle, pero es absolutamente irresponsable para la salud pública. Y hay que hacer prevención, pero no se puede dejar en manos de la industria del alcohol, como la Fundación Bacardi. Eso clama al cielo. ¿Cómo se para el efecto rebote? Existe la creencia, juvenil y no juvenil, de que si quiero celebrar algo, salgo a emborracharme. Y ahora que acabó el curso y parece que volvemos a la normalidad hay que celebrarlo . La propia industria y el marketing se han encargado de fortalecer año tras año, y esta cultura no se cambia en dos días. Hace falta tiempo y dinero. Y mientras, aplicar políticas que no son populistas, pero que implican poner límites. ¿Los padres? No se trata de ser guays, sino de ser responsables. La mano se abre poco a poco. Si no, en momentos como estos se convertirá en algo perjudicial, y muy serio. ¿Cómo ha afectado la pandemia a las adicciones tecnológicas? El uso problemático de internet y redes sociales, que aún no está reconocido como adicción por la OMS, ha aumentado. Más del 90% está en redes, un 85% está en más de tres y dos de cada tres con más de un perfil en una misma . Hay una presencia masiva de adolescentes en las redes. El 30% ya está desarrollando enganche y tiene un uso problemático. Más de un 2% ya tiene sintomática de enganche a los videojuegos y hasta un 15% más empieza a tener esa adicción. Son datos demoledores. La pandemia ha acrecentado todo esto. ¿Y ha ayudado la pandemia a calmar el auge de las apuestas? Teníamos para Galicia en 2019 que un 24% de adolescentes había apostado dinero online u offline. Y ahora nos sale la misma cifra. Y más del 2% de los adolescentes podría estar desarrollando ya un problema de adicción al juego. Cuando diferentes herramientas vuelven a dar en la misma diana, es para hacérselo ver: tenemos un problema con el juego. Ya se detectan problemas de adicción al juego, videojuegos y redes sociales en 5º y 6º de Primaria. La prevención debe empezar ya.