La pandemia lo condiciona todo, pero en ocasiones surgen alternativas de ocio que resultan incluso más satisfactorias que aquellas a las que estábamos habituados. Es el caso del colegio Vila do Arenteiro, que buscando una actividad para celebrar el fin de curso, sustituyendo la tradicional excursión que venían realizando los alumnos a ciudades como Madrid, Sevilla o Valencia con una estancia de tres o cuatro días, han decidido hacer el Camino a Compostela, pero evitando pernoctar en albergues. La solución consiste en realizar las cinco etapas repartidas entre abril, mayo y junio, utilizando para ello un autobús que los desplaza hasta el lugar en donde concluyeron la anterior y los recoge al final del camino para traerlos de vuelta al colegio.
El jefe de estudios, Xabier Varela, declaraba que la respuesta del alumnado de la ESO ha sido impresionante ya que de los aproximadamente 60 estudiantes se han apuntado a la iniciativa 45, "foi toda unha sorpresa porque pensamos que se formaría un pequeno grupo, pero o éxito foi total e casi toda a ESO está facendo o Camiño".
Hasta el momento han hecho dos etapas, partiendo de Ribadavia a Pazos de Arenteiro y la segunda desde la aldea monumental a Beariz. Están siguiendo dos rutas, la del Camiño Miñoto Ribeiro y la Geira e dos Arrieiros, en función de como se encuentran los trazados, que en algunos tramos "son intransitables e sen sinalización, polo que xa tivemos que botar man do GPS en algunha ocasión", explica Varela. Así, posiblemente el jueves de la próxima semana caminarán hasta Codeseda, en A Estrada, y lo harán repartidos en tres grupos y contando con el apoyo de ocho profesores, además de un coche escoba, que recoge a los pocos que no resisten todo el trayecto, de entre 20 y 23 kilómetros. "O primeiro día facía moito calor e esgotamos a auga que levábamos no coche escoba", señala Xabier Varela.
"Os rapaces están respondendo increiblemente ben porque a maioría deles non fan deporte habitualmente e aguantan a camiñata que comeza sobre as 09,00 horas e acaba ás 19,00 horas", añade.
En total recorrerán algo más de 100 kilómetros hasta llegar a Santiago de Compostela para recoger la compostelana, y en donde está previsto también disfrutar de la última jornada visitando la ciudad para lo cual han dejado pocos kilómetros para ese día a fin de llegar a la meta más descansados.
"Lo que más me gusta es estar todo el día con mis amigos disfrutando de una experiencia nueva fuera del colegio y olvidando la pandemia", señala Sarah López, una de las alumnas que participa en esta experiencia, que pese a ser dura, porque "llegamos muy cansados y hay gente a la que le cuesta más que a otra", resulta satisfactoria, ya que compensa "ver sitios en los que nunca había estado y paisajes increíbles", asegurando que "me gustaría repetir la experiencia".
