El alcalde socialista de O Carballiño mira a las elecciones con la renuncia de tres de sus concejales y el partido instrumental de Pachi Vázquez
Francisco Fumega enfrenta la recta final de su mandato en una situación de gran crispación, con un grupo de gobierno fracturado tras la renuncia de tres de sus concejales, provocada por la división del PSOE a raíz de la marcha de Pachi Vázquez, pero también por sus discrepancias con Adolfo Nogueira.
Desde que empezó el mandato ha cambiado mucho la situación, ¿no cree?
Evidentemente, hubo un cambio sustancial a partir de la retirada de competencias a Adolfo Nogueira. La retirada se basa en la postura que adoptó de abandono de sus funciones, desprecio al partido y en posicionamientos ajenos a los del grupo municipal. Ya no representa al partido, puesto que él mismo lo ha dejado. En casos como el de Araújo en Ourense o Reboredo en Carballiño no sólo dejaron el grupo, sino que también abandonaron la corporación. Así entrarían otros compañeros que reforzarían el trabajo en el Concello.
Da la impresión que se entiende mejor con la oposición, concretamente con el PP, que con sus compañeros.
Con mis compañeros, que siguen en el grupo me entiendo al 100% y seguimos desarrollando el trabajo con la misma intensidad, aunque el hecho de que no puedan acceder otros compañeros socialistas impide reforzar el equipo de gobierno. En cuanto a la oposición, tengo que agradecer a Alternativa Veciñal y PP su postura en este conflicto interno. Cuando se produjo en las filas del BNG, nosotros también respetamos ese conflicto interno.
¿Cuándo empezaron a ir mal las relaciones entre usted y Nogueira?
Ya se tensaron de modo significativo cuando me sustituyeron de secretario local por Adolfo Nogueira hace un año y medio, y fundamentalmente por los movimientos con los militantes para que se dieran de baja en el partido o para ir en otra candidatura. Aunque nieguen esos movimientos, el pueblo los conoce y Pachi Vázquez acaba de presentar el nuevo proyecto. Es una trama organizada desde hace tiempo y todo lo que está pasando me viene a dar la razón.
¿Con qué tiene que ver la ruptura, con la marcha de Pachi Vázquez o con las diferencias entre usted y Nogueira?
Existía un conflicto interno que se aceleró de forma importante con eses movimientos para formar otra lista. A mí me ofrecieron encabezar esa candidatura si dejaba el partido socialista, a lo que dije que no, evidentemente, porque me debo a unos ideales.
El BNG pedirá en la sesión monográfica del martes que delegue parte de sus competencias en el pleno, teniendo en cuenta que acaba de asumir las de los tres concejales que han dejado el grupo. ¿Qué tiene previsto hacer?
Las competencias al alcalde ya fueron recortadas en la investidura al estar en minoría, salvo las propias del alcalde, por lo que ahora tengo previsto mantenerlas.
¿De qué se siente más orgulloso en estos cuatro años de alcalde?
Hay tres elementos que destacaría. Por un lado, la evolución económica del Concello, que tenía una deuda de casi cuatro millones de euros y en la actualidad es inexistente. Además tenemos cada año un superávit de 1,5 millones que se invierte en los ciudadanos. También está la puesta en marcha de la administración electrónica y el pago a proveedores en siete días. Por otro lado, la política social, en la que incrementamos la inversión más de un 40% y conseguimos duplicar el número de horas de asistencia en el hogar. En tercer lugar, la política de obras, con proyectos de renovación de traídas, saneamientos y asfaltados.
¿Qué le ha quedado pendiente?
Muchas cosas. La integración, recuperación y puesta en valor del Parque municipal y de los nuevos espacios, que son más de 70.000 metros cuadrados. Quedan pendientes obras en carreteras ya que la práctica totalidad de la red viaria estaba abandonada y continuar con los saneamientos y abastecimientos. También estamos trabajando en la declaración internacional de la Festa do Pulpo, que esperamos conseguir por su interés desde el punto de vista económico, turístico y de promoción de Carballiño.
En cuanto a las dificultades, ¿han sido muchas?
Por ejemplo la puesta en marcha de la administración electrónica y lidiar cuatro años en situación de minoría. Cuando empezamos, le propuse a Alternativa Veciñal y BNG que entrasen en el gobierno en favor de una mayor estabilidad, por ejemplo, permitiría aprobar los presupuestos a finales del año anterior y no en el mismo año como se estuvo haciendo.
¿Cómo ve su futuro político?
Va a depender de los vecinos que van a depositar sus votos.
¿Ya tiene a su nuevo equipo?
Estamos hablando con gente y hay buena predisposición. Se están dando de alta muchos militantes.
Pero también se están dando de baja otros, ¿no es así?
Que me conste hay 13 bajas, pero hay un número importante de altas.
¿Quién será su número dos?
Seguramente Manuel Dacal, repetiremos los cinco y entrarán otros nuevos, que estamos perfilando.
¿Cuáles considera que son los principales problemas de Carballiño?
El primero es colateral con la crisis del 2009, en que la población ha perdido muchos derechos y ha generado pobreza. Quiero expresar nuestro agradecimiento a Cáritas y Cruz Roja por su ayuda para paliar situaciones muy difíciles. Eso es lo que más me afecta personalmente. Por otra parte, la población crece pero estamos en una provincia que lidera el envejecimiento y en una comarca con serios problemas para renovar población y eso afectará a Carballiño en pocos años. Tenemos que ponernos a trabajar en eso para resolverlo, aunque no es fácil. También necesitamos crear puestos de trabajo de calidad para que los jóvenes no se vayan y crear más suelo industrial porque hoy ya no hay espacio para una gran empresa.
