Conmoción entre los vecinos de la localidad natal de José González, muerto de un disparo en la cabeza
La comarca carballiñesa se encuentra conmocionada por el asesinato de José González, empresario de 72 años y oriundo de la parroquia de Montes, en el concello de San Amaro. Fue abatido con varios disparo de pistola, uno de ellos en la cabeza, acabando con su vida a las puertas de uno de sus locales hosteleros. El suceso ocurrió el pasado sábado, a las 21,30 horas en el distrito Miguel Hidalgo, en México. La Procuraduría General de Justicia de la ciudad americana mantiene abierta una investigación con la finalidad de esclarecer lo ocurrido. La hipótesis principal que barajan está relacionada con el robo, aunque no descartan ninguna otra por el momento. La familia confirmó que sus restos serán incinerados y que tienen intención de traerlos a su pueblo natal cuando la viuda, Fifita Gulías, regrese a la localidad carballiñesa durante el período vacacional.
Una amiga íntima del matrimonio, Genoveva Caíña Presas, comentó que se enteró de lo sucedido la noche del domingo y que una cuñada del finado se lo confirmó por teléfono. Fifita Gulias le encargaba el cuidado de su casa en Mesego (O Carballiño). "De noite non durmín. Sempre veño a comprobar que non lles entraron a roubar e onte figurábaseme que o vía aí", destacó Genoveva. También afirmó que la inseguridad que se vive allí era un tema que el matrimonio debatía frecuentemente. Afirmó que José ya había recibido amenazas en alguna ocasión, según le había comentado su mujer en alguna ocasión. Aún así, destacó el profundo pesar con el que se extendió la noticia, tanto en el municipio como en México. Varios vecinos de la familia, que también tienen a alguno de sus allegados viviendo allí, comentaron lo "peligrosa" que es la situación en esa ciudad. Una hermana de la viuda, Pilar Gulías, que reside con su marido en Carballiño, no quiso hacer declaraciones al respecto de lo ocurrido, afirmando su cónyuge que ese era el expreso deseo de los allegados más próximos.
Lazos familiares lo traían de vuelta en el período estival
El empresario carballiñés José González tenía su trabajo y su residencia habitual al otro lado del charco, en México, desde mediados del siglo pasado, cuando comenzó a construir un conglomerado de locales, hoteles y gasolineras de su propiedad. Sus hijos y varios familiares directos también viven allí y, su cuñado, Florencio Gulías, es el presidente del Centro Gallego en México. Una estrecha relación lo unía con Galicia ya que su mujer pertenece a la familia de los Gulías, muy conocida en el concello de Beariz. Un hermano del finado y dos hermanas de su mujer viven en el municipio carballiñés.
El matrimonio venía a pasar sus vacaciones de verano, alternando entre su chalé en Mesego y su casa en Vigo. Llegaban a principios del mes de junio y solían marcharse al pasar las fiestas del San Cibrao de Carballiño, a mediados de septiembre. Ambos lugares están sumidos en una profunda conmoción por lo sucedido.
Sospechan que los delincuentes lo estuvieron vigilando en la última semana
Los agentes de Investigaciones Criminales de la Policía Mexicana buscan a tres hombres como presuntos autores de la muerte del empresario José González, que este verano tenía previsto, como en años anteriores, viajar a la comarca de O Carballiño.
La policía no descarta que los tres estén integrados en un grupo organizado para perpetrar robos y que la última semana estuviesen vigilando los pasos del industrial ourensano. Para avalar esta hipótesis argumentan que lo mataron un sábado, "cuando en su negocio hostelero se registraba más movimiento de clientes y con ellos más dinero en la caja", apuntaron fuentes policiales.
A José González lo abatieron con un disparo de pistola en la cabeza a las 21,00 horas del pasado sábado -madrugada en España- cuando salida del bar que regenta en la Delegación Miguel Hidalgo, un barrio de la capital mexicana.
Mientras, en el Centro Gallego, que está dirigido por su cuñado, Florencio Gulías, se mostraban ayer conmocionados. "Este es un país lleno de oportunidades, pero la delincuencia es un gran problema. Los empresarios extranjeros estamos en el punto de mira de los asesinos", lamentó otro industrial ourensano afincado en el país, Manuel González, recordando que a diario tienen que extremar las medidas de seguridad al salir de sus casas "porque no sabes lo que va pasar en la calle o en el negocio".
