VIOLENCIA MACHISTA

Un hombre mata a su mujer en O Carballiño e intenta quitarse la vida

Policía Local y la Brigada de Emergencias evitaron que el homicida se suicidara cortándose el cuello

Virginia Ferradás, de 55 años y vecina de Carballiño, murió en la tarde de ayer víctima de la violencia de género. Su marido, José Alén, de 59 años, la asfixió en su casa de la calle Alexandre Bóveda. Un cuñado fue quien alertó a la Policía Local en torno a las seis de la tarde de que algo sucedía, porque no respondían al teléfono ni abrían la puerta de su domicilio pese a que habían quedado para verse. 

La Policía Local y la Brigada de Emergencias de Carballiño accedieron al interior de la vivienda y se encontraron a la mujer muerta en el suelo y al marido intentando suicidarse cortándose el cuello. De hecho, se produjo algunas heridas antes de ser reducido por los agentes y los miembros de la brigada, que evitaron su muerte.

Se trata de un matrimonio que los vecinos del Barrio de Flores, describen como "buenísimas personas", a las que nunca le notaron nada extraño en sus relaciones.  Fueron emigrantes en Suiza durante los últimos 25 años y retornaron el pasado mes de septiembre para quedarse porque José Alén sufría algún tipo de enfermedad nerviosa. "No sabemos lo que tenía porque decía que le estaban haciendo pruebas, pero que regresaron por ese motivo", apuntaba un vecino.

PREOCUPACIÓN

Su cuñado, muy consternado, no dejaba de repetir: "Eso se veía venir". Declaró a este periódico que no era un hombre agresivo pero que sí era muy posesivo con su mujer. "Ella lo dejó pasar y estaba aguantando, no la dejaba moverse de su lado y nosotros ya estábamos preocupados porque veíamos que la situación no era normal", añadía este familiar, que tampoco sabía qué tipo de enfermedad padecía.

Los vecinos del barrio empezaron a percatarse de que el comportamiento de José Alén no era todo lo equilibrado que presuponían, cuando en días pasados mantuvo en vilo a la Policía Local, Guardia Civil y Brigada de Emergencias municipal, permaneciendo en el tejado de su casa desde las 14,00 horas hasta pasadas las seis de la tarde sin motivo aparente. El cuñado lamentaba ayer que no recibiera la atención necesaria tras ese incidente, "que pudo haber evitado esta tragedia, pero le dieron el alta en pocas horas, y ahora pasó esto". El hombre estaba terriblemente preocupado por los padres de la víctima, que residen en O Irixo, "por el tremendo golpe que van a recibir".

Aunque la familia ya estaba preocupada por el comportamiento de Alén, no lograron convencer a su esposa para que tomase alguna decisión al respecto.

SIN ANTECEDENTES

Los vecinos próximos, por el contrario, no entendían como se había llegado a ese extremo porque no tenían constancia de que hubiese malos tratos, de hecho, no hay antecedentes de violencia de genero. Lo único que había sorprendido al vecindario fue el episodio del tejado, supuestamente un intenso de suicidio. No obstante, también comentaba un vecino que José Alén había subido en anteriores ocasiones para limpiar las canaletas, por cuyo motivo tampoco les sorprendió verlo ese día hasta que llegaron las fuerzas de seguridad.

Era un matrimonio sin hijos, aunque con hermanos y otros familiares por ambas partes. La casa en la que residían es de nueva construcción y todavía la estaban acabando. Los vecinos aseguraban que precisamente el pasado viernes instalaron los muebles de la cocina.

La Policía Local escoltó al agresor fuera de la casa, saliendo por su propio pie y cubierto con una sábana, según declararon testigos presenciales antes de saber lo que había sucedido. Lo trasladaron al Centro de Salud y posteriormente al CHUO. 

Horas después, un equipo judicial se presentaba en el domicilio para ordenar el levantamiento del cadáver. 

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