Los niños fueron los protagonistas. Y su ilusión contagió a todos los presentes. La Insua dos Poetas de O Carballiño se llenó de disfraces, música y mucha alegría. La tarde de ayer devolvió el sentimiento entroideiro a los más pequeños -y a los que ya no lo son tanto-, quienes disfrutaron del “Entroido dos nenos” por todo lo alto. Desde las 16,00 horas de la tarde, se acercaron al lugar decenas de familias para dar la bienvenida a esta celebración tan querida por los ourensanos, que llenará con toda su esencia cada rincón de la provincia el próximo fin de semana.
Organizado por la Fundación Insua dos Poetas y con el patrocinio de la Deputación de Ourense y la colaboración de los concellos de O Carballiño, Boborás y O Irixo, la jornada contó con la actuación musical de Nizam Iglesias, un niño de 7 años de O Irixo que apunta maneras con la batería. A la Insua también se acercó Paco Pacolas, quien sacó numerosas carcajadas a los presentes con su espectáculo entroideiro. Y como no podía ser de otra manera, en la cita no podía faltar un concurso de disfraces. La Insua aplaudió y escogió los mejores y más ingeniosos disfraces en diferentes categorías.
Más allá de la parte estrictamente lúdica, la organización decidió presentar en el “Entroido dos nenos”, por primera vez, los personajes representativos de la Insua: “Xograres e soldadeiras”. Estas características figuras de la historia están inspiradas en la época medieval -poetas y danzadoras de la lírica galaico-portuguesa que tuvieron presencia desde el siglo XII hasta el XIV-, quienes eran los intérpretes de las cantigas de amigo, amor, escarnio y maldecir.
La Fundación, que tiene ya 16 años de vida, nació para la conservación de la naturaleza y la promoción de la cultura gallega en todos sus aspectos, por lo que desde la organización de esta jornada consideraron relevante vivir el Entroido, “unha das expresións máis interesantes da nosa cultura”. Así lo definió Luís Tosar, presidente de la Fundación, quien apuesta por esta celebración “o sábado anterior ao Antroido tradicional enfocándoa dende unha perspectiva distinta e para os máis novos, eses rapaces e rapazas que son os que terán o futuro nas súas mans”.
Así, la Insua vivió un Entroido que “amalgama todo o tradicional e inclúe expresións actuais máis deste tempo”, añadió Tosar, sobre una jornada en la que el parque vibró con música, disfraces, ilusiones y ganas de festejar una de las tradiciones más esperadas del año. Una cita de desconexión que se cerró con algo muy típico del Entroido y los gallegos: una gran merienda para reponer fuerzas, donde las filloas y la oreja fueron los platos estrella.
