VANDALISMO

Cuatro investigados por destruir una mámoa de 6.000 años en O Irixo

Otras dos resultaron dañadas durante unos trabajos para plantar pinos

Tres dirigentes de la asociación de montes en mano común de la localidad de  O Quinteiro (O Irixo) y un conductor de una retroexcavadora prestaron declaración ante la Guardia Civil en calidad de investigados como presuntos autores de un delito contra el patrimonio histórico al destruir una mámoa (sepultura de la era Neolítica) y causar daños en otras dos durante los trabajos de preparación de un monte para plantar pinos y la apertura de pistas y cortafuegos.

Las tres sepulturas fueron datadas hace 6.000 años y estaban incluidas en el Catálogo General del Patrimonio Cultural de Galicia con los nombres de  túmulo de Barro (es la que fue destruida) y túmulos tres y cuatro de Bugalleira.

Los cuatro declararon ante agentes del Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona)de Ourense dentro de la operación "Sepulcrum",  abierta después de que los miembros de la asociación cultural y medioambiental Mámoa Verde Patrimonio denunciara los daños en los vestigios arqueológicos.

Los agentes abrieron una investigación durante la que comprobaron que los trabajos de allanamiento del monte ya se realizaron hace unos meses, sin que los comuneros contarán con la correspondiente autorización. Los tres responsables de la asociación de montes, cuya identidad no trascendió ayer, declinaron hablar de los daños contra el patrimonio. De hecho, según pudo saber este periódico, ya se acogieron a su derecho a no declarar ante la Guardia Civil, que instruyó diligencias al Juzgado de Instrucción  uno de O Carballiño

Mientras, el alcalde, Manuel Penedo Paradela, que fue el encargado de facilitarles la retroexcavadora con su respectivo conductor, achacó los destrozos a un "lamentable accidente. Los comuneros solicitaron la máquina para abrir pistas y cortafuegos. Al estar trabajando, seguro que no vieron las mámoas con la maleza que había en la zona", apuntó el regidor, al tiempo que lamenta los hechos. "Uno está destruida, pero las otras dos apenas tienen daños", añadió.

Penedo Paradela se puso a disposición de la Dirección Xeral de Patrimonio, cuyos técnicos tenían previsto ayer inspeccionar el terreno para recuperar lo que quedó de las sepulturas neolíticas.

Los vecinos de Barrio y O Quinteiro se mostraban ayer sorprendidos con la investigación, asegurando que las personas más mayores del lugar no recuerdan que hubiera  restos arqueológicos en la zona.

Por su parte, el conductor de la máquina aseguró que desconocía el terreno y que en ningún momento fue informado de la existencia de las mámoas.


200 túmulos funerarios en la comarca


El Grupo de Acción Ecologista Outeiro realizó hace cinco años un trabajo en  el que  catalogó y estudio  200 mámoas dentro de la comarca de Carballiño, siendo el túmulo de Aguaceiros  (Cea) uno de los más grandes de la zona. El grupo, ligado a la asociación que denunció los daños en los vestigios de O Irixo, lleva años realizando una labor de investigación y vigilancia para preservar todo este patrimonio artístico.

El pasado mes de agosto, los agentes del Seprona tomaron declaración a cinco personas vinculadas a la asociación de montes de Medeiros (Monterrei)  y a una empresa por ocasionar daños en el Castro Muro do Búbal, incluido también en el Catálogo General del Patrimonio Cultural de Galicia, durante el adecentamiento de un monte para plantar coníferas. En este caso, la plantación contaba con los correspondientes permisos.

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