La introducción de modificaciones en el proyecto de reforma de la Residencia de la Tercera Edad de Carballiño para la incorporación de mejoras en las instalaciones está retrasando la redacción del proyecto que ya debería estar acabado en diciembre del pasado año. Las malas condiciones en las que encuentra el edificio, inaugurado en 1989, obligan a realizar una reforma interior integral, que se sumará a la construcción de un nuevo edificio para la creación de 80 nuevas plazas geriátricas.
El proyecto de construcción de un nuevo edificio de la Residencia de la Tercera Edad de Carballiño junto con la reforma integral del viejo está sufriendo un retraso de al menos tres meses, ya que su redacción debería estar acabada en el mes de diciembre del pasado año. Fuentes de Vicepresidencia indicaron que esta circunstancia se debe, fundamentalmente, a las modificaciones que han decidido introducir los técnicos a raíz de las malas condiciones en las que se encuentran las actuales instalaciones ubicadas en la zona de O Cornuval.
El deterioro del edificio desde su apertura en 1989 está siendo progresivo, ya que salvo pequeños retoques y algunas obras de fontanería, de momento, nunca había sido sometido a una reforma importante. Ese es el motivo de que los técnicos del Servicio de Inspección de Centros trabajen en un proyecto mediante el que se prevé acabar con las filtraciones de agua del tejado, el problema de humedad que soporta todo el edificio, la instalación de una nueva calefacción y, además, una nueva redistribución de las habitaciones.
En la actualidad, el centro dispone de 53 plazas. El espacio se ha repartido en una sala común por cada dos habitaciones, que reciben la luz indirecta desde la referida sala. Con tal motivo, una de las prioridades en la reforma, según declaró el coordinador de centros sociales en al provincia, Manuel Amil Otero, será la redistribución de las habitaciones de tal manera que todas ellas dispongan de ventanales y luz directa.
En lo que respecta al nuevo edificio, que permitirá la creación de 80 nuevas plazas, tendrá forma escalonada, con una, dos y hasta tres alturas, ocupando una superficie habitable de más de 4.000 metros cuadrados. Sólo falta ahora que los técnicos de Vicepresidencia rematen la redacción del proyecto para la adjudicación de las obras y empezar a construir.
El deterioro del edificio desde su apertura en 1989 está siendo progresivo, ya que salvo pequeños retoques y algunas obras de fontanería, de momento, nunca había sido sometido a una reforma importante. Ese es el motivo de que los técnicos del Servicio de Inspección de Centros trabajen en un proyecto mediante el que se prevé acabar con las filtraciones de agua del tejado, el problema de humedad que soporta todo el edificio, la instalación de una nueva calefacción y, además, una nueva redistribución de las habitaciones.
En la actualidad, el centro dispone de 53 plazas. El espacio se ha repartido en una sala común por cada dos habitaciones, que reciben la luz indirecta desde la referida sala. Con tal motivo, una de las prioridades en la reforma, según declaró el coordinador de centros sociales en al provincia, Manuel Amil Otero, será la redistribución de las habitaciones de tal manera que todas ellas dispongan de ventanales y luz directa.
En lo que respecta al nuevo edificio, que permitirá la creación de 80 nuevas plazas, tendrá forma escalonada, con una, dos y hasta tres alturas, ocupando una superficie habitable de más de 4.000 metros cuadrados. Sólo falta ahora que los técnicos de Vicepresidencia rematen la redacción del proyecto para la adjudicación de las obras y empezar a construir.
