En la provincia

Controles en las salidas de O Carballiño, O Irixo y Boborás el primer día de cierre

Transcurre con normalidad la primera jornada con restricciones

Las primeras horas del inicio de la restricción de movilidad en los municipios de O Carballiño, O Irixo y Boborás debido a la situación de la Covid-19 han transcurrido con normalidad y no han cogido por sorpresa a sus respectivos vecinos que en mayor o menor medida "lo veían venir".

En el caso de O Carballiño por el incremento de los contagios que este miércoles situaban la cifra en 163 para sus 14.000 habitantes, una de las más altas de la Comunidad Autónoma. Mientras, los otros dos ayuntamientos, señalaban que la medida se ha tomado "por la estrecha relación" con la cabeza de comarca, O Carballiño. Así pues, Boborás tiene 19 casos contabilizados mientras que Irixo ocho, por lo que el regidor declaraba que "no es la misma situación que O Carballiño y sin embargo es la misma medida".

En el resto de la comarca la cifra por ayuntamientos no pasa de los cinco contagios. Así pues, los alcaldes han mantenido que se han establecido las medidas necesarias y que confían en la decisión de los responsables sanitarios, declaraciones que ratifican este jueves tras las primeras horas de las restricciones.

Las calles de O Carballiño ya llevaban días en las que se notaba menos afluencia debido a que era uno de los pocos ayuntamientos que se encontraba en fase 3, lo cual restringía el consumo en la hostelería que es el empleo mayoritario del municipio. Con las nuevas medidas se ha aceptado con resignación y hay muchos locales que ya no han abierto tanto por encontrar casos de Covid entre su plantilla como por, en el caso de bares y cafeterías, "solo con terrazas y ahora sin vecinos de otros ayuntamientos... no nos compensa".

En cuanto al comercio, la gerente del centro comercial abierto, ha comunicado que las tiendas del ayuntamiento viven mucho de la presencia de vecinos de pueblos de la comarca, así como de la comarca del Ribeiro, por lo que las restricciones de movilidad dificultan una temporada que "ya se avecinaba complicada", ha señalado. Pero que entiende que son necesarias.

Por parte de la hostelería han afirmado que representa el sector más vapuleado desde el inicio de la toma de medidas para minimizar el efecto de la pandemia. No obstante, la queja mayoritaria es que al solo poder servir en terraza "no tardarán en cerrar los pocos que quedan abiertos ya que el tiempo nos avecina muy a su favor", adelantándose a las alertas por lluvias.

Entre los vecinos la opinión es unánime, "hay que acatar las normas para poder salir de estas porque sino todo irá a peor", y advierten que "mucho va a hacer la responsabilidad individual".

La primera consecuencia de estas restricciones y del aumento de casos en la villa ha sido la suspensión de la feria quincenal que se celebraba este viernes y que, en consonancia con la limitación de movilidad perimetral impuesta por sanidad, se ha suspendido.

En el caso del Ayuntamiento de O Irixo, sus bares han permanecido abiertos, con el protocolo ya establecido, al igual que en el municipio de Boborás donde a la vez que bares son tiendas de ultramarinos.

CONTROLES

Sobre los refuerzos en los controles de acceso tanto a O Carballiño como O Irixo y Boborás, a primera hora de la mañana de este jueves --las restricciones entraron en vigor a las 00,00 horas-- se han situado en las salidas en dirección Santiago de Compostela y en la autovía de acceso a Ourense.

No obstante, a medida que pasaron las horas, estos dos accesos se han quedado sin controles, que se han trasladado a las carreteras secundarias que llevan a la provincia de Pontevedra, en la salida de los límites tanto de O Irixo como de Boborás.

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