No se puede desalojar un lugar de riesgo en breves minutos cuando no se hizo con antelación, así se expresaba el padre del niño de tres años que sufrió un corte de cinco centímetros por causa de una carcasa que le cayó en la cabeza. Protección Civil defiende las medidas adoptadas.
El padre del niño que sufrió un corte en la cabeza durante la sesión de fuegos de artificio del pasado 16 de septiembre, coincidiendo con la celebración de las fiestas de San Cibrao en Carballiño, afirma que denunció al Concello porque en el lugar en el que se encontraban no había ninguna barrera ni precinto de seguridad.
Este carballiñés (que prefiere mantenerse en el anonimato) asegura que es jefe de seguridad en una empresa y que le consta que en las sesiones de fuego de Carballiño no se adoptan las medidas necesarias para evitar posibles accidentes.
Afirma que él se encontraba con su hijo en el acceso entre las calles Rosalía de Castro y la Alameda. Que allí había mucha gente y que sólo cuando empezó el fuego, miembros de Protección Civil, primero, y la Policía Local, después, intentaron que se despejara la zona. Sin embargo, indicó este padre queen breves minutos no se puede hacer lo que debería estar programado con antelación.
Una carcasa de un fuego le calló a su hijo de tres años en la cabeza, provocándole un corte de cinco centímetros.
Por su parte, responsables de Protección Civil señalaron que en esa sesión de fuego del día 16 los artefactos fueron colocados a tres metros del lugar en donde se encontraban los afectados, algo que nunca había ocurrido puesto que siempre se instalan hacia el centro de la Alameda y que por ese motivo intentaron que el público se retirase del lugar, pero que no les hicieron caso ni a ellos ni a la Policía Local.
Este carballiñés (que prefiere mantenerse en el anonimato) asegura que es jefe de seguridad en una empresa y que le consta que en las sesiones de fuego de Carballiño no se adoptan las medidas necesarias para evitar posibles accidentes.
Afirma que él se encontraba con su hijo en el acceso entre las calles Rosalía de Castro y la Alameda. Que allí había mucha gente y que sólo cuando empezó el fuego, miembros de Protección Civil, primero, y la Policía Local, después, intentaron que se despejara la zona. Sin embargo, indicó este padre queen breves minutos no se puede hacer lo que debería estar programado con antelación.
Una carcasa de un fuego le calló a su hijo de tres años en la cabeza, provocándole un corte de cinco centímetros.
Por su parte, responsables de Protección Civil señalaron que en esa sesión de fuego del día 16 los artefactos fueron colocados a tres metros del lugar en donde se encontraban los afectados, algo que nunca había ocurrido puesto que siempre se instalan hacia el centro de la Alameda y que por ese motivo intentaron que el público se retirase del lugar, pero que no les hicieron caso ni a ellos ni a la Policía Local.
