Los peregrinos se quedan sin albergues en Piñor y Cea

photo_camera Obras de acondicionamiento del entorno de la capilla de la localidad de Arenteiro.
El Monasterio de Oseira y un hospedaje no abrieron por el covid y el oficial está ahora en obras

Concellos como San Cristovo de Cea y Piñor, situados en la Vía de la Plata, son testigos de una drástica disminución de peregrinos a raíz de la pandemia del covid-19. Los pueblos a los que daban vida los numerosos caminantes soportan ahora una forzada calma, a la espera de un ansiado regreso a la normalidad. En esta extraña situación, los pocos peregrinos que se aventuran a realizar el camino se encuentran en estas tierras de la comarca de Carballiño con serias dificultades para encontrar un lugar de descanso, ya que los dos albergues que antes estaban disponibles en San Cristovo de Cea se encuentran cerrados, al igual que un alojamiento privado que cubría la demanda en el municipio de Piñor.

El albergue del Monasterio de Oseira no ha vuelto a funcionar desde que se decretó el estado de alarma en el pasado mes de marzo. Los monjes consideran que el establecimiento habilitado y posteriormente mejorado para pernoctar y asearse no reúne las condiciones de seguridad recomendables, por cuyo motivo no está previsto que se abra a medio plazo, mientras se está a la espera de la construcción de uno nuevo por parte de la Xunta de Galicia, cuyo proyecto está ahora en proceso de licitación.

Asimismo, el peregrino se encuentra desde hace aproximadamente un mes con el albergue oficial, ubicado en el casco urbano de Cea, cerrado. El motivo, es la realización de obras para erradicar la humedad que afectaba al edificio. Este albergue dispone de 41 plazas, uno de ellas para personas con discapacidad, pero seguirá sin funcionar hasta que concluyan los trabajos. Por último, en Piñor no hay albergue oficial, pero eran muchos los peregrinos que se alojaban en una casa especialmente acondicionada para ellos en la localidad de Cotelas, cerrada por causa de la pandemia al igual que en Oseira.

El alcalde de Piñor, José Luis González, y el teniente de alcalde de Cea, José Dalama, coincidían en que la afluencia nada tiene que ver con la de antes de la pandemia. "Antes había moito peregrino, pasaban máis de 50 persoas cada día, tamén viñan grandes grupos. Agora como máximo tres ou catro persoas xuntas e como moito entre cinco ou dez diarias", puntaba  José Luis González. Los peregrinos, al no disponer de opciones de descanso en este tramo, paran antes, se desvían, o continúan a Castro Dozón, ya en Pontevedra.


Recuperación del patrimonio en la ruta


El Concello de Piñor, pese a que los albergues están cerrados, continúa su proyecto de rehabilitación del patrimonio etnográfico y la realización de mejoras en el tramo de la Vía de la Plata que transcurre por este municipio. Este año acaba de conseguir una subvención nominativa de 28.000 euros de la Diputación de Ourense que destina a este fin.

Así, ya han comenzado las obras en el campo de la capilla de la Virxe das Neves e da Peregrina, en la localidad de Arenteiro. El suelo en tierra será sustituido por piedra y hormigón, al mismo tiempo que se canalizarán las aguas pluviales que encharcan habitualmente este entorno. Asimismo, se llevará a cabo la remodelación de la cubierta del lavadero de Canices. "O camiño non pasa por este mesmo pobo pero si por a parroquia", puntualiza José Luis González.

El objetivo está en ir año tras año recuperando los elementos etnográficos de interés que se encuentran deteriorados y mejorando el patrimonio cultural de Piñor. Con anterioridad ya se ejecutaron obras en el entorno de la Casa do Concello, en donde se sustituyó el hormigón por piedra en la fuente, se aislaron con una estructura de madera los contenedores de residuos y se adecentó el entorno de la capilla. También se han recuperado varias fuentes en distintas aldeas.

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