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El plan de control de la feria de Carballiño expulsa a carteristas y trileros

Una patrulla vigila una de las ferias para las que se colocaron señales de circulación móviles.
photo_camera Una patrulla vigila una de las ferias para las que se colocaron señales de circulación móviles.

La Policía Local ha tomado medidas para acabar con los manteros, puestos ilegales y atascos

El plan de regulación vial y control de las ferias quincenales de Carballiño, que se puso en marcha el pasado 31 de agosto de 2018, está alcanzando los objetivos deseados e incluso algún beneficio adicional no esperado, según declaran responsables de la Policía Local. Así, además de acabar con los atascos, habituales antes en la circulación; poner fin a la ocupación de espacio público no autorizado por parte de los puestos ambulantes y evitar la presencia de los manteros; también han conseguido espantar a los carteristas y a los trileros.

La Policía Local venía tramitando cada feria entre 10 y 15 denuncias por sustracción de carteras. Los ladrones aprovechaban la aglomeración de personas durante las horas punta del mercado para hacerse con las carteras que extraían de los bolsillos o bolsos. Los agentes confirman, que desde que se ha reforzado la vigilancia el número de denuncias por este concepto ha descendido en más de un 75%. Otro tanto sucede con los trileros que en las últimas ferias del pasado año ya no acudieron a Carballiño.

El plan requiere la presencia en cada día de mercado de cinco o seis agentes. Desde que se puso en marcha, también han conseguido regular la ocupación no autorizada, fundamentalmente de las aceras, por parte de los vendedores ambulantes. Cerca de 60 puestos se vieron obligados a adaptarse a la ordenanza municipal por requerimiento de los policías. 

Asimismo, fueron identificados cerca de una veintena de ilegales, que desalojaron el pueblo, y aunque algunos se resistieron y volvieron a otras ferias, finalmente, la gran mayoría ha desistido al no disponer de la correspondiente licencia municipal.

El control por parte de los agentes para que los vendedores se ajustasen a la legislación se ha logrado y sin tramitar ni una sola denuncia, "sólo pidiendo la documentación e instando a que regularicen su situación", señalan los agentes. Añaden que, dadas las carencias que tiene estos momentos la plantilla de la Policía Local, se está prestando este servicio con doble esfuerzo para mantener a los cinco o seis efectivos en la calle cada día de feria.


Cambios en la circulación de vehículos


La circulación de vehículos también ha experimentado cambios, especialmente en las dos últimas ferias del pasado mes de diciembre. El Concello ha dispuesto unas vallas móviles con señales indicativas de las calles a las que no se puede acceder, estacionar o por las que se puede circular.

Una de las modificaciones más importantes ha sido en la avenida del Balneario, en donde se concentra una gran parte de los puestos ambulantes. En estas dos últimas ferias se implantó un único sentido en dirección a la Carretera Astureses, después de consultar con las empresas de la estación de autobuses, ubicada en dicha avenida, que antes tenía doble sentido y que se sigue manteniendo cuando no hay feria. Con esta medida, afirman los agentes que se puso fin a los atascos, antes muy habituales, dado que un carril queda ocupado completamente por los vendedores y sus vehículos.

Otra medida adoptada tiene que ver con la colocación de las señales móviles el día anterior en las calles del recinto ferial, que abarca una gran parte del centro urbano, evitando así el estacionamiento de vehículos y el trabajo posterior de retirarlos con la grúa.

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