El documento más antiguo escaneado hasta el momento es un retrato realizado en Partovia en 1929
La Asociación Fotográfica O Potiños ha reunido en una semana un centenar de viejas fotografías dentro del proyecto de creación de un archivo de imágenes de la comarca de Carballiño, además de la edición de un libro y la exposición de las mismas después de realizar su clasificación. La recopilación abarca desde 1830 a 1990 y hasta el momento la foto más antigua data de 1929, que corresponde al retrato de una señora con dos niños en una tarjeta postal y que procede la localidad de Partovia. La mayor parte de las restantes están fechadas entre 1955 y 1965, y han sido realizadas por profesionales tan conocidos como Reza (fotógrafo de La Región), Godás y el mismo Potiños (Gabriel Alonso)que da nombre a la entidad impulsora de esta iniciativa.
Una gran parte reproducen actos oficiales, de cuando Javier Perea era alcalde, la Festa da Mimosa del Casino o de corales. Otra curiosidad a la que se refieren Manuel Blanco y José Luis Diz, directivos de la asociación, tiene que ver con el hallazgo de trabajos realizados por un fotógrafo local del pueblo de Partovia, Ramón Borrajo, poco conocido en Carballiño. Además, entre otras joyas recogidas hasta el momento, esta la firma del escritor Torrente Ballester en el Libro de Honra del Casino, junto al entonces presidente Manuel Blanco, a mediados de años sesenta.
La entidad continúa localizando y pidiendo a los vecinos que aporten sus viejas fotografías con el fin de superar las 2.000 y crear el primer archivo fotográfico, del que dispondrá O Potiños y también el Concello de Carballiño, una vez concluya el trabajo de clasificación y digitalización. Todos los martes, jueves y sábados, entre las 11,00 y las 13 horas, miembros de la entidad recogen y escanean las fotografías en la oficina de turismo situada en la Alameda, para lo cual cuentan con la colaboración y apoyo del ayuntamiento.
Manuel Blanco y José Luis Diz esperaban mejor respuesta por parte de los vecinos. Un centenar de fotografías en una semana no cumple con las expectativas. Lo achacan al miedo de la gente a que se pierdan sus recuerdos, si bien, insisten en que eso no ocurrirá porque para ello se reproducen en el momento de la entrega. n
