REPORTAJE

Praza Maior, territorio sin fútbol

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photo_camera Un grupo de niños jugando en la Praza Maior de Carballiño.

Cuatro vecinos lesionados por balonazos en los últimos meses ha terminado obligando al Concello de Carballiño a colocar carteles prohibiendo a a los niños jugar al balompié en este espacio, bajo amenaza de multas de 30 a 300 euros.

Niños y mayores, fundamentalmente jubilados, se disputan el espacio de la Praza Maior de Carballiño. No es un conflicto nuevo, pero se ha agravado en los últimos meses después de que resultasen lesionados cuatro vecinos por pelotazos. Incluso uno de ellos tuvo que ser ingresado en el CHUO por causa de las heridas sufridas.

Pese a saber que en este espacio público está prohibido jugar al fútbol, ninguno de los afectados presentaron denuncia. Eso sí, se quejaron a las autoridades municipales, comprometiéndose el alcalde Francisco Fumega a solucionar el problema.

Ese compromiso se lo recordó el portavoz del PP, Argimiro Marnotes, en el pleno del pasado jueves. El conservador tiró de calendario para recordar que la lesión más grave, que requirió hospitalización, sucedió durante el pasado mes de septiembre.

Fumega explicó en la misma sesión que se van a instalar carteles prohibiendo jugar con el balón en la Praza Maior. El alcalde detalló que si los chavales mantienen su actitud pese a la prohibición, y teniendo en cuenta además que han sido advertidos en numerosas ocasiones por la Policía Local, entonces el Concello de Carballiño los sancionará. Las multas están contempladas en la ordenanza municipal de buenas prácticas, que recogen de 30 a 300 euros en función de la gravedad de los hechos y de si es reincidente el infractor.

Fuentes municipales reconocen que no sólo ha habido lesiones por causa de los balonazos sino que también se han producido daños materiales en vehículos. Aquí tampoco hubo denuncia, llegando a un acuerdo ambas partes para costear los gastos.

Nuevos espacios para jugar

El portavoz del gobierno local, Adolfo Nogueira, justificó el retraso en la instalación de las señales de prohibición recordando que "antes quixemos habilitar espazos para que os nenos poidan xogar coa pelota". Así, señala Nogueira que ya está acondicionada la pista de la Alameda, en donde se sustituyó una red por una valla metálica protectora, y en la que sólo pueden jugar niños menores de 12 años. También se pintó la pista roja para los mayores, aunque en estos días está siendo utilizada para patinaje hasta el 11 de diciembre.

Nogueira considera que, además de estas dos pistas, hay que empezar a "incentivar" el parque municipal, en donde existen espacios abiertos para los juegos y que está situado a escasos minutos del centro. "É posible que incluso teñamos que organizar actividades no parque para chamar a atención das familias e dos rapaces para que miren este espazo aberto".

Con esta prohibición, cuya entrada en vigor está sin concretar, los responsables municipales pretenden "que a seguridade da xente quede garantida". Una medida que busca así poner fin a un conflicto intergeneracional que dura ya varios años, y también preservar la seguridad de los rapaces, que continuamente salen a recoger la pelota que se les escapa a las calles colindantes de la plaza.

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