O CARBALLIÑO

El precio de la ración enturbia la relación entre las pulpeiras

photo_camera Los dos puestos de pulpo que compiten con los precios durante la feria que se celebró en Cartella (MARTIÑO PINAL)

Las desavenencias en el seno del gremio provocan que el coste oscile entre siete y cinco euros

El precio de la ración de pulpo tiene enfrentadas a las pulpeiras de Carballiño desde hace más de un año. En el gremio hay discrepancias y cada profesional cobra el producto como mejor le conviene. Las diferencias surgieron entorno al mes de diciembre de hace dos años cuando se había producido una bajada del coste del kilo de pulpo en los mercados, por cuyo motivo la mayoría de las pulpeiras decidieron rebajar de siete euros a seis la ración, una medida que había sido muy bien recibida por los clientes.

Sin embargo, ese cambio no fue del agrado de todas las profesionales, entre ellas, Aurora Baranda, una de las más famosas, a raíz del reconocimiento que le había otorgado la Xunta en 2008 por su trayectoria profesional. "Ninguén me pregontou se estaba dacordo nin me anunciou que baixaba o precio, así que eu púxeno a cinco euros, que é como o estou vendendo aquí na Feira de Cartelle". Por ese motivo, colocó un cartel en el toldo de su puesto en el que anuncia "hoy ración de pulpo a cinco euros", aunque lo cierto es que mantiene la rebaja desde hace un año.



MALESTAR Y RESPETO

"As veces hai cousas que provocan malestar, sempre houbo moito respeto entre nós, pero agora non o hai e por iso en vez de discutir o que fago é baixar o prezo", puntualizaba Aurora Baranda en su puesto de Cartelle.

Hasta hace poco más de un año, las subidas en el mercado marcaban también el incremento del coste de la ración, pero nunca había pasado lo que ocurrió en diciembre de 2012, cuando muchas profesionales decidieron rebajar el precio pese a la oposición de otras que no vieron la medida con buenos ojos, debido a que ya se preveían subidas en un futuro próximo.

El incremento se produjo precisamente en el pasado mes de julio, cuando la mayoría optó por recuperar de nuevo los siete euros. Así, en la actualidad, hay puestos que cobran el nuevo precio, otros siguen con seis euros y Baranda, que ha fijado los cinco euros y amenaza incluso con bajar hasta cuatro.

Eso es lo que se teme la otra pulpeira que acude a esta feria de Cartelle. Társila Míguez tiene su caldera justo al lado de la de Aurora Baranda. Ella está cobrando la ración a seis euros y estaría dispuesta a competir con su colega de profesión y restar también un euro pero "se o fago ela baixará a catro, levamos así un ano e non sei como acabará esto". Pese a la diferencia de precios, Társila Míguez mantiene su clientela. "Eu collo aquí o pulpo dende fai moitos anos e por un euro non vou a cambiar", manifestaba uno de los clientes.

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