La agrupación local de Protección Civil de Carballiño acordó en asamblea aceptar la propuesta del alcalde, Francisco Fumega, para funcionar como asociación independiente del concello, acercando así posturas para evitar su posible disolución. Asistieron 16 voluntarios de los 47 que están asegurados, según explicó el responsable de la entidad, Juan Míguez, matizando que es un número habitual si se tienen en cuenta ausencias por trabajo, bajas y también por el desencanto existente a raíz del enfrentamiento con el concello.
Míguez puntualizó que les da igual que la agrupación sea municipal o funcione como asociación, aunque tendrá que ser a partir de un convenio suscrito con la institución local, de acuerdo con las normas que regulan estas agrupaciones.
De esta forma, los voluntarios redactaron un documento en el que se recogen las condiciones mínimas que exigen al concello para asegurar la continuidad de Protección Civil en Carballiño, aunque no han querido entrar en detalles sobre las exigencias mientras no sea presentado al regidor local.
No obstante, pese a que hay más condiciones, el hecho de que acepten funcionar como asociación, es un paso importante cara el acercamiento de posturas, y precisamente con la intención de negociar han constituido una comisión, que espera reunirse con Fumega y el concejal de Seguridad, Manuel Sotelo, en próximos días para llegar a un acuerdo y evitar la desaparición de esta agrupación fundada en 1983.
La entidad, al disponer de los correspondientes estatutos, podrá continuar accediendo a las ayudas y material que conceda la Administración autonómica, mientras que los seguros de los voluntarios se podrán abonar con la subvención que para ese fin otorgue el concello, tal y como había anunciado Francisco Fumega.
La entidad dejará de ser municipal
De la próxima reunión que mantenga la comisión negociadora de Protección Civil con los responsables municipales se espera que se concreten las condiciones en que seguirá funcionando la agrupación local. Los voluntarios declaran sentirse preocupados por la situación tan tensa que se ha generado, debido al trato que están recibiendo. Recuerdan que incluso durante la Festa do Pulpo, después de trabajar hasta 14 horas, ni tan siquiera les dieron de comer. La crispación se agudizó cuando el interventor informó que la agrupación no puede ser municipal, pese a que su constitución había sido aprobada en pleno. Aún así, los voluntarios están dispuestos a seguir en adelante como asociación.
