La Guardia Civil detuvo el pasado día 8 a un vecino de Carballiño, N.D.C.M., de 37 años; a su compañera de trabajo M.A.C.S., de 50, y a una mujer oriunda de Portugal, M.R.O.A., de 54 años, como presuntos autores de delitos de extorsión y estafa continuada. Su víctima, una vecina de Astureses (Carballiño), de 92 años, a la que estuvieron supuestamente obligando durante un año a ir al banco a sacar dinero y posteriormente entregárselo. Otras veces eran ellos mismos los que acudían a cajeros automáticos a retirar el dinero, tras facilitarles la víctima la tarjeta de crédito y el número secreto.
La extorsión a que estaba siendo sometida la nonagenaria la dio a conocer La Región el pasado 3 de junio, después de que un hijo de la víctima denunciara días antes los hechos en el cuartel de la villa, argumentando que los delincuentes le habían sustraído, entre marzo del 2019 y el pasado 8 de mayo, 60.000 euros de la cuenta de ahorro.
Los agentes de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil abrieron una investigación durante la que tomaron declaración a la nonagenaria, que les confirmó que los delincuentes (un hombre y dos mujeres), la obligaban y acompañaban a retirar el dinero al cajero automático. Otras veces lo hacían ellos mismos.
Un purificador de agua
Los investigadores continuaron con las pesquisas y, tras tomar declaración a los trabajadores de la entidad financiera, descubrieron que dos de los detenidos, N.D.C.M. y M.A.C.S., habían estado en su casa para instalarle un purificador de agua que le habían vendido, por más de 3.000 euros. Los agentes ya sospecharon nada más revisar los papeles que la habían estafado.
La Guardia Civil comprobó que los delincuentes, durante el pago de la factura, se percataron del dinero que tenía la víctima, ante lo que, según fuentes de la investigación, le recomendaron que pagara el purificador a plazos al tiempo que le instaron a contactar con el banco para hacer una tarjeta. La nonagenaria siguió sus instrucciones, llegando a facilitarle todos los datos de la tarjeta. Los detenidos quedaron en libertad tras declarar en el juzgado carballiñés, aunque como investigados. La Guardia Civil mantiene la investigación abierta.
