La Concejalía de Sanidad de Carballiño retoma en este mes de octubre la experiencia de utilizar un halcón para evitar la invasión de palomas en el centro urbano. Aunque la iniciativa se había hecho pública durante el pasado mes de julio, fue necesario paralizarla durante los meses de verano, porque esta ave rapaz pierde el apetito con el calor y no muestra ningún interés en alzar el vuelo. Así lo explicaba el vecino de Carballiño Antonio Villar, que colabora voluntariamente con el Concello, y que desde niño es un gran aficionado a la cetrería.
Tres años lleva luchando el concejal de Sanidad, Martín Nogueira, en un intento de que las palomas abandonen el centro urbano debido a las molestias que ocasionan en las terrazas de los establecimientos de hostelería y por una cuestión de higiene dado que 'están tan acostumbradas al hombre que no se asustan con nada', así que los excrementos de las aves abundan en calles, balcones y fachadas.
Desde que se inició la captura mediante redes se han recogido en torno a 400 aves, sólo el pasado año han sido 175, que son trasladadas a un palomar propiedad de Antonio Villar. Sin embargo, la proliferación de las palomas probó que la medida no ha sido suficiente, así que han decidido recurrir al halcón más dócil de los seis que tiene este vecino. Tras unos esporádicos intentos durante el verano, las expectativas de que la experiencia funcionará en invierno son grandes, según declaraba Martín Nogueira.
La metodología seguida consistirá en que Rosa, que así se llama la hembra de halcón, permanecerá algún tiempo atada en distintos lugares del centro urbano con para que se acostumbre a la gente y no se asuste y escape en el momento de la suelta. Además, se seguirá depositando comida en entornos como el de A Veracruz durante el tiempo que sea necesario para realizar la captura.
Desde que se inició la captura mediante redes se han recogido en torno a 400 aves, sólo el pasado año han sido 175, que son trasladadas a un palomar propiedad de Antonio Villar. Sin embargo, la proliferación de las palomas probó que la medida no ha sido suficiente, así que han decidido recurrir al halcón más dócil de los seis que tiene este vecino. Tras unos esporádicos intentos durante el verano, las expectativas de que la experiencia funcionará en invierno son grandes, según declaraba Martín Nogueira.
La metodología seguida consistirá en que Rosa, que así se llama la hembra de halcón, permanecerá algún tiempo atada en distintos lugares del centro urbano con para que se acostumbre a la gente y no se asuste y escape en el momento de la suelta. Además, se seguirá depositando comida en entornos como el de A Veracruz durante el tiempo que sea necesario para realizar la captura.
