El recorrido tiene dos partes, una primera de un ascenso exigente, y la segunda de descenso hacia las orillas del río Miño
Un total de 105 kilómetros con una categoría de "muy difícil" y una duración de cinco horas y 14 minutos constituyen los datos técnicos de la Ruta dos Monxes, pensada para adentrarse en buena parte del patrimonio religioso de la provincia. Es la primera parte del recorrido la que entraña mayor dificultad al presentar un exigente ascenso, desde el punto de partida hasta la subida a San Amaro. Son ocho kilómetros de longitud y una pendiente superior al 6%.
Una vez alcanzado el monasterio de Oseira, la ruta comienza su descenso hacia Ribadavia y la ribera del río Miño. Pero antes, son muchos los puntos de interés por los que el ciclista habrá pasado. El objetivo de la Ruta dos Monxes es concetar los dos conjuntos monásticos más importantes de la zona: San Clodio y Oseira. Para ello, estos más de 100 kilómetros de ruta parten desde el balneario de A Arnoia para dirigir las ruedas en primer lugar hacia Ribadavia, por donde la ruta volverá a pasar antes de finalizar, por lo que es importante planificar en qué momento es mejor realizar una visita por esta villa histórica para conocer el Castillo de los Sarmiento o el barrio judío.
Desde la capital del Ribeiro, la meta es alcanzar ahora el primero de los grandes monasterios, el de San Clodio, ubicado en el municipio de Leiro. Para ello, el ciclista atravesará algunas de las grandes zonas vitivinícolas, como es el caso de Beade. El monasterio, que fue declarado como Monumento Histórico Artístico Nacional en 1931 y cuyo origen datan algunos estudiosos en el siglo X, constituye la capital del Ribeiro, pues fueron los monjes negros de la orden de San Benito quienes impulsaron los cultivos de vid en la zona.
Desde aquí, el tramo de subida más exigente llevará a los ciclistas hacia San Amaro, un lugar idóneo para adentrarse en la cultura castrexa con una visita al castro de San Cibrao de Las, uno de los más grandes de Galicia cuya ocupación se estima entre los siglos II a. C. y II d. C. En él se encuentra el Parque Arqueolóxico da Cultura Castrexa, un centro de interpretación para comprender los principales aspectos de la vida de los ourensanos de hace 2.000 años.
Toca ahora comenzar el descenso con la mirada puesta en el monasterio de Oseira. Antes, el recorrido pasará por Piñor, donde todavía pueden visitarse las ruinas del antiguo monasterio. El camino hacia el conjunto de Oseira permite, además, disfrutar de una carretera provincial con unas buenas vistas de la naturaleza autóctona.
Llegado a la zona monástica de la orden de la Trapa, todavía puede sentirse la importancia económica y social que el monasterio tuvo para la vida de la comarca de O Carballiño. Aunque con ocho siglos de historia, el esplendor de Oseira todavía se mantiene. Su construcción fue iniciada en el siglo XII por la Orden del Císter.
Toca ahora iniciar la vuelta de esta ruta, que llevará al ciclista hasta el Concello de Cenlle a través Dacón y Maside para volver a Ribadavia siguiendo el curso del río Miño y, de allí, de nuevo al punto de partida en A Arnoia. Habrá sido una jornada para descubrir la huella que las diferentes órdenes monacales han dejado en la provincia, al tiempo que se descubre la cultura castrexa y se disfruta de la naturaleza local.
