La intensidad de la lluvia provocó que las alcantarillas no fueran capaces de absorber el agua

La tormenta inundó bajos y anegó calles en unos minutos

Una inmensa balsa de agua en las obras de los alrededores de A Veracruz. (Foto: XESÚS FARIÑAS)
Le bastaron breves minutos a una intensa tormenta para provocar en la tarde de ayer en Carballiño graves y cuantiosas inundaciones de calles, bajos comerciales, sótanos e incluso en algunos edificios.
La lluvia fue tan intensa que los registros del alcantarillado de calles tan céntricas y anchas como Calvo Sotelo, Carreira, Conde Vallellano y Evaristo Vaamonde no fueron capaces de absorberla, produciéndose riadas que dificultaron durante más de media hora el tránsito de vehículos, sobrepasando los 20 centímetros de nivel en los momentos álgidos de la tormenta.

Numerosos garajes, sótanos y bajos comerciales de todo el pueblo sufrieron importantes daños debido a la entrada del agua, que fue imposible de contener.

También se vieron afectadas viviendas y oficinas del casco urbano, en donde las canalizaciones de recogida de aguas pluviales se vieron desbordadas, filtrándose al interior de los inmuebles a través de las paredes y tejados.

La base de Protección Civil de Carballiño se colapsó con el aluvión de llamadas de vecinos, pidiendo ayuda para achicar el agua. Al mismo tiempo, la Policía Local realizaba un recorrido inspeccionando los edificios que resultaron anegados para comprobar los daños.


LOCALES

Las brigadas de emergencias contabilizaron en torno a una veintena de locales que resultaron afectados en mayor o menor medida, entre los que se encuentran algunos establecimientos comerciales, en los que el agua causó importantes perjuicios económicos, al verse afectada parte de su mercancía.

En varias oficinas, también se estropearon equipos informáticos y en una vivienda de la calle Rosalía de Castro, donde el agua causó grandes desperfectos.

La lluvia también cogió desprevenidos a jugadores y espectadores del campo de futbol de Espiñedo, siendo necesario suspender el partido que se estaba disputando para refugiarse en los espacios cubiertos disponibles.

Los carballiñeses aseguraban, una vez que pasó la tormenta, que no recuerdan en muchos años una tan breve y de tanta intensidad como la vivida en la tarde de ayer.

Te puede interesar