CRÓNICA

Usuarios del tren en O Carballiño: “Teñen o rural incomunicado"

La estación de O Carballiño recibe a los viajeros procedentes de Ourense (XESÚS FARIÑAS).
photo_camera La estación de O Carballiño recibe a los viajeros procedentes de Ourense (XESÚS FARIÑAS).
La estación de tren de O Carballiño permanece sin venta presencial "desde hace meses" y no dispone de máquina autoventa. Además, las quejas se trasladan a las líneas de bus donde los usuarios piden "más horarios"

La estación ferroviaria de Ourense cuenta con tres trenes diarios con destino a O Carballiño, siendo el primero a las 14,30 horas. El primer problema surge con la siguiente salida, una hora después, dejando en un limbo el resto de horarios hasta el último, que parte a las 19,55 horas. “Hacen falta más por la mañana y por la tarde-noche y el servicio es  malo”, cuenta Génesis Vargas, una viajera de la única línea regional con recorrido entre Ourense y Santiago de Compostela, pasando por Maside, O Carballiño, O Irixo y Lalín.

El camino transcurre sin incidencias, aunque una usuaria con destino a Santiago afirma haber sufrido unas cuantas: “Estoy harta de reclamar en Renfe por el servicio regional, pero todo sigue igual o peor”, afirma. Es pesimista ante el viaje que se le presenta: "A ver si no hay una avería, a saber a qué hora llegaremos". 

La escasez de horarios es la principal preocupación de estos usuarios: "Colles algún e pásanche dúas cousas: case non tes tempo para arranxar o que tes que facer ou botas alí todo o día porque non tes un tren pronto", explica Manuel González. Desde la Vila do Arenteiro, el primer viaje sale antes de las ocho de la mañana y el regreso es cinco horas después: "Para mí esa hora ya es tarde", comenta Rosa Marín. 

A su llegada a O Carballiño, se aprecian dos hechos, sólo se puede acceder desde el andén al interior de la estación, ya que la entrada principal está cerrada, y no dispone de máquinas de autoventa. "Hace meses que no hay nadie vendiendo billetes, por la web no me deja hacerlo, por lo que se lo pido al interventor", explica Vargas. O Carballiño, junto con Ribadavia y otra decena de estaciones, se han visto afectadas por el cese de la venta presencial, reduciendo las opciones de compra. Todo esto provoca algunas situaciones como la que vivió Vargas: "Esta mañana (la de este miércoles) no pasó el interventor, el viaje me salió gratis al no poder comprarle el billete", cuenta. Eso sí, a diferencia de Ribadavia, dispone de pantallas que informan de los trenes y de megafonía.


Quejas en el autobús


La insatisfacción por los horarios en esta villa se traslada también a su estación de autobuses. "Me ofrecieron un trabajo en Ourense, saldría después de las ocho de la tarde y el último bus es a las siete y media", cuenta Marta Cortés, que se vio obligada a rechazar el empleo por no disponer de transporte.

Las llegadas y salidas son variadas durante las mañanas, pero escasean por las tardes: "Tendría que haber alguno de vuelta más tarde, además un fin de semana tampoco puedes hacer nada en Ourense porque no hay buses", señala Guadalupe Alonso, una usuaria.

En Ourense la situación no es mucho mejor, hacia Manzaneda parte María Campos: "Esto está moi mal, teñen o rural incomunicado e cada vez máis abandonado", opina. Esta línea, que también pasa por Castro Caldelas, cuenta con tres horarios que se "adaptan aos estudantes", como califica, pero aquellos que acuden a Ourense por otro motivo "botan aquí todo o día".

A la espera de su transporte a Xinzo está Santiago Carballo,  que no puede decir si está contento o no porque se encuentra"desubicado" ante los cambios: "Non está moi claro onde podo coller o bus, entón veño á estación para asegurarme, está todo descontrolado", explica. En algunos casos se ven abocados a usar un taxi para trasladarse: "Fai uns días collérono catro veciños porque non tiñan outra maneira de vir", afirma.

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